Este artículo fue publicado hace más de un año, por lo que es importante prestar atención a la vigencia de sus referencias normativas.
El 98 % de los empresarios consideran que la revisoría fiscal agrega valor a su organización.
Los encuestados esperan de la revisoría fiscal experiencia, servicio, ética e independencia, disponibilidad, planes de contingencia, asesorías permanentes.
94 % considera que el cargo de revisor fiscal no debe ser ejercido por un profesional que no sea contador público.
Mónica Patricia Alonso, presidenta del Comité Femenino de Apoyo de Bogotá para reformar la revisoría fiscal en Colombia, junto a Deycer Rodríguez, secretaria técnica del mismo comité, presentaron en #CharlasConActualícese los resultados de una encuesta Percepción y conocimiento de los empresarios sobre la revisoría fiscal.
La encuesta fue respondida por 51 empresarios y directivos que no fueran contadores públicos, con el objetivo de contar con resultados más objetivos. Entre los resultados obtenidos se destaca que para el 35 % de los encuestados la revisoría fiscal es una auditoría contable y tributaria, para el 27 % es fiscalización, el 22 % dice que es control, 12 % asesoría y 4 % necesidad. Por otra parte, el 98 % respondió que la revisoría fiscal agrega valor a su organización.
«La idea con esta encuesta era encontrar respuestas a las preguntas ¿cómo nos ven? ¿cómo nos entienden? así como observan cuál es nuestra perspectiva. En general, los encuestados esperan de la revisoría fiscal experiencia, servicio, ética e independencia, disponibilidad, planes de contingencia, asesorías permanentes», afirma Alonso.
Frente a la pregunta de si su entidad no estuviera obligada a tener revisor fiscal, ¿igualmente lo contrataría? Mientras el 75 % dijo que sí, el 25 % dijo que no. Respecto a la periodicidad que debería la revisoría fiscal realizar sus visitas: el 33 % respondió que semanal, 24 % quincenal, 18 % mensual, 16 % trimestral.
La duración mínima del contrato o del servicio de revisoría fiscal fue un tema por el cual también se indagó. El 72 % respondió que debería ser de un año, entre el 10 y el 20 % de los encuestados dijeron que debía ser de dos y tres años.
«El 94 % de los encuestados considera que el cargo de revisor fiscal no debe ser ejercido por un profesional que no sea contador público. Además, el mismo porcentaje piensa que si el revisor fiscal no tiene evidencia suficiente para emitir alguna certificación, no debería emitirla así la compañía lo exija», indica Alonso.
Sobre lo que se viene haciendo a través de los comités para modernizar la revisoría fiscal en el país, Alonso dice que no ha sido un trabajo fácil, sin embargo «estamos viviendo un momento histórico porque es la primera vez que el Consejo Técnico de la Contaduría Pública se abre al público contable y da la oportunidad de participar para reformar la revisoría fiscal».
«Antes no se había presentado esta oportunidad. Nos estamos escuchando todos y conociendo las propuestas para llegar al diálogo y compartir las ideas que se vayan dando», agrega.
Por su parte, Rodríguez afirma que esta reforma es una necesidad que se tiene hoy. «No todas las áreas de la revisoría están incluidas y se debe profundizar en este tema. Además, se debe tener un enfoque en todos los sectores (real, financiero, pymes, etc.)», opina.
Para Alonso el espacio está dado para que haya éxito en la reforma a la revisoría fiscal. «Yo creo y le apuesto a lo que estamos haciendo. Auguro éxito en lo que estamos haciendo. Hay transparencia y buena voluntad en este proceso», dice.
Rodríguez ha resaltado que los profesionales están participando y se conocerán los diversos aspectos que se quieren reformar.
En cuando a los temas que deben discutirse para reformarse, el valor de los honorarios es uno de ellos. «A veces no tiene coherencia con el nivel de responsabilidad que tenemos. Se debe poner lupa en este tema», opina Alonso.
Otro punto, la independencia del revisor fiscal. «Un factor determinante que puede minar un poco la independencia es que quien paga es el fiscalizado. Ojalá lo hiciera una entidad del Estado, por ejemplo. No nos queda más remedio que ser fieles a nuestros principios. El revisor fiscal no puede renunciar a su independencia», advierte.
Para Rodríguez, la formación del revisor fiscal es única, así como la ética, y así es como se logra la independencia. Dice que se deben seguir estos lineamientos.
Por otra parte, piensan que se debe limitar el número de responsabilidades que pone el Gobierno. «Si contáramos con una norma que nos respaldara, se podrían limitar las responsabilidades y así defendernos. La idea es crear normas que nos soporten a nosotros como revisores fiscales», opinan.
«No es solo el Estado quien nos pone más tareas, hay entidades como las superintendencias que también nos llenan de trabajo. Parecemos un árbol de navidad, donde quien quiera nos va colgando nuevas responsabilidades», critican.
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