Este artículo fue publicado hace más de un año, por lo que es importante prestar atención a la vigencia de sus referencias normativas.
En este especial también nos parece importante y muy relevante conocer de qué forma nos ven desde afuera. Pues bien, en esta oportunidad contamos con el testimonio de Consuelo Herrera, Contadora Pública Forense colombiana del Forensic Technology Inc. de Canadá y miembro del Comité de Educación Forense, USA.
Esta mujer es graduada de la Universidad del Sur de la Florida y del College of Business Administration BS. Especialista de Aduanas e Impuestos, Especialista en Anti Lavado de Activos, Examinadora Certificada de Fraudes.
De igual manera, cuenta con una experiencia en bancos por más de 11 años, empresas privadas y entidades gubernamentales. Proporciona capacitación en lucha contra el lavado de activos y fraude a bancos e instituciones financieras, corporaciones, y entidades sin ánimo de lucro. Consuelo Herrera contribuye con artículos para la Revista de la Asociación de Especialistas en Lucha contra el Lavado de Capitales, ACAMS HOY, la cual circula en 117 países.
Dentro de sus apreciaciones de lo bueno, lo malo y lo feo de la Contaduría Pública piensa que dentro de lo positivo sobresale la cantidad de profesionales con grandes valores que forman parte de la comunidad de Contadores Públicos colombianos. «Es asombroso ver la dedicación y el deseo de superación de aquellos que realmente están comprometidos con lo que el público espera de la profesión. Este grupo está pendiente de mantenerse actualizado, lee acerca de las nuevas regulaciones, indaga sobre las nuevas tecnologías, y educa a sus clientes para que todos mantengan una actitud de transparencia y principios éticos».
Pasando al otro extremo, piensa que no hay nada peor que la falta de oportunidades para profesionales áltamente calificados, especialmente para aquellos que ya tienen cierta edad. Es injusto que después de sacrificar tiempo que le pertenecía a la familia y dinero que pudo invertirse en algo más rentable, muchos sean rechazados en el mercado laboral porque alcanzaron una edad que sobrepasa las expectativas de los empleadores. El respeto al conocimiento y a la experiencia es ignorado.
En cuanto a lo feo. «Primero que todo que haya Contadores que se presten para prácticas ilícitas y para hechos de cuestionable ética. Por ejemplo, para ayudar a evadir impuestos, para esconder dinero sucio, para presentar información financiera fraudulenta, y para tergiversar información que los socios deben conocer antes de hacer decisiones».
También es feo que todavía en Colombia las hojas de vida requieran fecha de nacimiento y foto del candidato. Da la impresión que las calidades profesionales, educación, y conocimiento son secundarios si la apariencia física y la edad son aceptables.
«Es feo que muchos Contadores no sepan expresar sus opiniones apropiadamente porque cometen errores de ortografía o porque simplemente ignoran la importancia de una buena comunicación oral y escrita y lo que ello implica para un profesional», agrega.
Es feo que haya competencia desleal y falta de respeto entre colegas. «Me parece increíble que a raíz de esto la imagen de la profesión esté deteriorada en Colombia. Otros países miran al Contador con respecto y los ciudadanos acatan las sugerencias que el contador prové, por ejemplo, en los Estados Unidos», dice.
Finalmente, es feo que muchos no sepan trabajar armoniosamente en grupo por el beneficio de las instituciones sino que buscan un reconocimiento individual que finalmente no beneficia a nadie.
En cuanto al futuro de la profesión, Consuelo lo ve promisorio, siempre y cuando haya un cambio de mentalidad en el Contador colombiano. Colombia, como todos los países del mundo, necesita Contadores Forenses que vean más allá de los números, que analicen más allá de los registros contables, que interactúen con otras disciplinas y con colegas aunque tengan desacuerdos y que sean, profesionales que estén dispuestos a estudiar cada día las cambiantes regulaciones y leyes y que soporten el crecimiento económico de la nación porque cuando hay evasión de impuestos, corrupción, y malas prácticas profesionales todos perdemos.
«Colombia por la imagen de una democracia estable atrae inversión extranjera y debido al cambio de imagen muchas organizaciones tienen interés en instalar oficinas en Colombia, abriendo por consiguiente nuevas oportunidades para aquellos que están a la vanguardia en materia de educación y conocimiento y que caminan rectamente dentro de un ambiente donde los principios éticos prevalecen», concluye.
Fundada en el año 2000 con la misión de “elevar el nivel profesional del Contador Público”
