Este artículo fue publicado hace más de un año, por lo que es importante prestar atención a la vigencia de sus referencias normativas.
Mientras Jersson Rodríguez piensa que los resultados de la inversión tecnológica y de capital humano que se ha hecho en la Dian solo se verán a largo plazo, Daniel Bulla y Katherine Miranda dicen que es un acierto que el Gobierno ponga sus esperanzas en la entidad, para que el recaudo mejore.
El 27 de febrero de 2019 el director de la Dian, José Andrés Romero, presentó la hoja de ruta que seguirá en su plan de transformación, proceso que costará 500 millones de dólares, cifra menor de lo que estimaban inicialmente.
Para él, una vez termine este proceso el recaudo podría aumentar entre 3 y 5 puntos del PIB, es decir, alrededor de 30 billones de pesos anuales. «Si asumimos que históricamente el promedio de una reforma tributaria son 3 billones de pesos, esto terminaría siendo 10 reformas tributarias derivadas de la transformación tecnológica y la modernización de la entidad», aseguró Romero, quien también señaló que los recursos que se utilizarán para este proceso de transformación se obtendrán a través de créditos del BID y del Banco Mundial.
Sumado a lo anterior, la entidad ya inició su proceso de transformación tecnológica y la vinculación de 796 nuevos funcionarios.
Jersson Oswaldo Rodríguez, magíster en administración de empresas de la Universidad Nacional de Colombia y especialista en finanzas con énfasis en evaluación de proyectos afirma en dialogo con Actualícese que las expectativas que tiene el Gobierno con la Dian están cuantificadas en alrededor de 2 billones de pesos adicionales de recaudo para 2019, por concepto de mejoras en la administración tributaria.
“Aunque la entidad ha reportado un incremento bruto en el recaudo acumulado (enero – febrero) del 8,9 % frente a 2018, al igual que el recaudo de 1,7 billones de pesos por concepto de gestión, es ingenuo pretender que la inversión realizada en esta institución genere resultados de gran impacto en el corto plazo, toda vez que los pilares principales de esta renovación, que son inversión tecnológica y de capital humano, requieren de tiempo para llegar a ser efectivos”, opina Rodríguez.
Rodríguez tiene claro que los proyectos de inversión tecnológica requieren etapas de diseño, construcción, implementación y estabilización, que implican un tiempo importante para la puesta en producción de la solución.
Por otra parte, la contratación de capital humano puede tomar un tiempo considerable, teniendo en cuenta las necesidades de la institución y, adicional a esto, la curva de aprendizaje y el proceso de transmisión del conocimiento de la entidad.
Para Daniel Bulla, contador público y gerente senior de impuestos de BDO Colombia, el hecho que el Gobierno tenga esperanzas en la tarea de recaudo de la Dian con las herramientas que se le dan en la Ley de financiamiento no es un riesgo.
“Es un recurso en el que se tiene que confiar, y tristemente es un bolsillo que está descosido, pero representa mucho potencial de recaudo si se corrigen los problemas culturales y estructurales que tenemos en materia de evasión. Ahora bien, esto depende de una apropiada responsabilidad de la administración de impuestos y, sobre todo, de dotarla de herramientas tecnológicas y de infraestructura”, dice Bulla en declaraciones a Actualícese.
Mismo punto de vista tiene Katherine Miranda Peña, representante de la Cámara de Representantes por el Partido Verde, miembro de la Comisión Tercera de Hacienda y Crédito Público 2018-2019.
“Es un acierto que en la Ley de financiamiento se haya aprobado el fortalecimiento de la Dian en términos de su capacidad técnica y humana, con la promesa de dar resultados contundentes en materia de elusión y evasión, normalización tributaria de activos, y del mejoramiento de la capacidad de la entidad para el recaudo tributario. Veremos los resultados durante 2020, una vez los procesos mencionados hayan tomado forma durante este año”, afirma Miranda Peña en diálogo con Actualícese.
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