Este artículo fue publicado hace más de un año, por lo que es importante prestar atención a la vigencia de sus referencias normativas.
Desde hace varios años he adelantado investigaciones sobre la protección del medio ambiente y contabilidad ambiental en Colombia. Durante el desarrollo de esta labor envié una encuesta a cerca de 500 contadores públicos residentes en distintas ciudades del país, la cual fue respondida por 348 personas y, además, he dictado varias conferencias sobre el tema.
Una síntesis de las opiniones emitidas por los asistentes a mis conferencias y las respuestas de los encuestados indica que:
a) Nuestros profesionales son conscientes de la gravedad del deterioro del medio ambiente.
b) Buena parte de las empresas que desarrollan sus actividades en el país han incrementado la contaminación del medio ambiente (lo que afecta de manera negativa la calidad de vida de la población) y no toman medidas importantes para disminuirla.
c) Los contadores públicos colombianos deben contribuir a la protección del medio ambiente.
En consultas complementarias, realizadas en conversación directa con un buen número de contadores públicos colombianos, la mayoría manifestó gran preocupación por el deterioro, cada día más visible, del medio ambiente y la desaparición acelerada de muchas especies animales, al igual que la escasez de recursos naturales, pues tales hechos disminuyen las posibilidades de una existencia digna para las generaciones actuales y futuras. Por ello, los colegas entrevistados consideran que los profesionales de la contaduría pública tienen la enorme responsabilidad social de contribuir en forma considerable a acciones que permitan cuidar la naturaleza y todo nuestro entorno vital. Así mismo, opinan que manejar registros contables específicos y presentar informes sobre la participación patrimonial e ingresos, costos, gastos y resultados relacionados con la gestión del medio ambiente son prácticas fundamentales y urgentes para el cumplimiento de dicha responsabilidad.
Además, los entrevistados manifiestan desconocer normas sobre la protección del medio ambiente ni planes de cuentas que incluyan rubros específicos sobre el tema, pero consideran importante que las empresas tomen acciones para colaborar en la protección medioambiental, que existan cuentas especiales sobre este manejo y, entre otras medidas, que los profesionales contables y sus auxiliares se capaciten para aplicar de forma eficiente un sistema de contabilidad ambiental.
Vale la pena resaltar que existe un gran interés por este tema y, según la mayoría de los consultados, además de rubros para recursos naturales no renovables, al interior de un plan de cuentas ambientales deben considerarse los pasivos (en especial los contingentes), inversiones y otros activos vinculados a la protección del medio ambiente, aparte de ingresos, costos y gastos. Se concluye también que no son conocidas las bases para valuar dichos rubros de manera acertada, pues tienen aspectos complejos y es urgente que los contadores públicos se capaciten, actualicen y especialicen en esta área profesional, la cual presenta un futuro muy promisorio.
En su libro Contabilidad y Auditoría Ambiental ¹, Rob Gray y Jan Bebbington dicen que, según Martin Houlding, “existen tres razones principales para que los contadores se involucren en los problemas de administración ambiental”:
Dichos investigadores también manifiestan que:
“Si los negocios van a responder a las demandas de la creciente agenda ambiental necesitan que la contabilidad se mueva con ellos”.
“Sin una contabilidad verde, muchas iniciativas ambientales simplemente no despegarán”.
“Los contadores y la contabilidad están centralmente implicados en la declinación de la salud del ambiente natural y por lo tanto deben y pueden hacer algo respecto de ello”.
“El sistema contable necesita volverse más proactivo (funcionar con la mirada puesta en el futuro)”.
Por otra parte, la XXI Conferencia Interamericana de Contabilidad, celebrada en Cancún (México) en el año 1995, recomendó “el estudio y la emisión de normas respecto a la revelación que las empresas deben efectuar sobre el daño ecológico causado por sus actividades, así como las contingencias que de ello se derivan”
Debemos entender que la verdadera riqueza no debe medirse por la cantidad de bienes materiales poseídos sino por la calidad de vida. ¿De qué sirve poseer grandes cantidades de bienes si no se puede disfrutar de la vida?
Los contadores deben tomar conciencia de la responsabilidad que, como ciudadanos y profesionales, tienen frente al problema ambiental y tomar medidas (ojalá considerables) para ayudar a solucionarlo.
Los argumentos anteriores refuerzan la corriente renovadora en esta profesión, que clama por el establecimiento de un sistema de contabilidad ambiental, bien sea dentro de la contabilidad financiera o mediante un sistema paralelo.
Contador Público; coautor de los libros ‘Iniciación a las NIIF’ y ‘Valor Agregado de la Revisoría Fiscal’.
De igual manera, ha ocupado los siguientes cargos: Asesor del Consejo Técnico de la Contaduría y de la Junta Central de Contadores, miembro de la Junta Central de Contadores, Director Ejecutivo del Colegio de Contadores Públicos de Colombia, Vicepresidente Técnico de la Confederación Iberoamericana de Contadores Públicos; Director Ejecutivo y Secretario General de la Confederación de Asociaciones de Contadores Públicos de Colombia, CONFECOP.
Fundada en el año 2000 con la misión de “elevar el nivel profesional del Contador Público”
