Este artículo fue publicado hace más de un año, por lo que es importante prestar atención a la vigencia de sus referencias normativas.
Las transacciones, hechos económicos y eventos deben ser presentados de acuerdo con su esencia financiera y no con su forma legal.
El principio de esencia sobre forma se evalúa en cada una de las operaciones que efectúa la organización en el curso normal de sus actividades, con miras a la adecuada presentación del hecho particular en los estados financieros. Los preparadores de la información financiera, en concordancia con su respectivo marco normativo (interno por política contable o externo por marco normativo nacional), deben evaluar la realidad financiera del contrato y nunca su forma legal.
Veamos un ejemplo:
Retomando un caso presentado en el libro Guía para la preparación del Estado de Situación Financiera de Apertura –ESFA–. Transición a la NIIF para Pymes, es pertinente recordar la situación de la empresa Citipaz Ltda. que obtuvo un préstamo por valor de $200 millones, otorgado por la Compañía de Financiamiento Comercial del Futuro SAS.
Para garantizar el pago de la operación se suscribió un contrato de venta con pacto de retroventa, según el cual la propiedad legal del inmueble estaría en cabeza del prestamista hasta que Citipaz cancelara la totalidad de la venta.
Una vez pagada la deuda, Citipaz ejercerá su derecho de recompra. En caso de no cumplir con el acuerdo, CFC Futuro se quedaría definitivamente con el bien. Citipaz goza del uso y el usufructo del bien inmueble involucrado en la transacción.
Evaluando el principio de esencia sobre forma se determina que la finalidad del contrato no es la venta del inmueble, por lo que Citipaz seguirá reconociendo como propio el bien inmueble, aunque temporalmente no sea el titular de la propiedad legal.
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