Esquemas fraudulentos aprovechan el buen nombre de métodos legales para escudarse y hacer sus fechorías

Patricia Cerra, directora de la Asociación Colombiana de Venta Directa, afirma que el Decreto 24 del 2016 legitima el trabajo legal y transparente, y enfatiza con claridad, para todos los colombianos, cuál es la forma correcta del mercadeo multinivel.

Con la expedición del Decreto 24 del 2016 se busca ponerle nuevos límites a las firmas dedicadas a actividades de venta directa. Lo que se pretende es cerrarle la puerta a organizaciones fraudulentas que captan dinero y se hacen pasar por empresas multinivel.

Lo que busca la Supersociedades es ejercer un mayor control solicitando que las remuneraciones para los vendedores se hagan por la venta de productos o servicios y no por llevar nuevos integrantes a estas redes.

La Asociación Colombiana de Venta Directa −Acovedi−, entidad que agrupa a las organizaciones dedicadas a este negocio, ha expresado su conformidad por la expedición del decreto. Según cifras de Acovedi, más de 2 millones de personas se dedican a la comercialización de bienes o servicios por venta directa, lo que implica un mercado que puede llegar a 15 millones de compradores.

Dialogamos con Patricia Cerra, economista y abogada, Especialista en Derecho Aduanero y Máster en Dirección y Gestión en los Sistemas de Seguridad Social de la Universidad de Alcalá, España, directora de Acovedi.

¿Considera que la prohibición de un pago por involucrar un vendedor nuevo evitará la participación de empresas ilícitas que empleaban un esquema piramidal en este tipo de mercado?

Este decreto es la continuación de la Ley 1700 del 2013, la cual reglamenta las actividades de comercialización en red o mercadeo multinivel en Colombia. El Dr. Francisco Reyes, superintendente de Sociedades, explicó en una sola frase lo que significan estas reglamentaciones: “… mayor control a empresas que se hacen pasar por multinivel para captar recursos…”.

Son tres puntos claves que se aclaran en la reglamentación y obviamente representan un mejor y mayor control a los fraudulentos. Sobre el punto que menciona la correcta redacción e interpretación, se trata del solo hecho de vincular nuevas personas; se resalta y subraya el “solo hecho”, pues eso es lo que hacen las compañías fraudulentas.

De esta manera se hace aún más clara la diferencia entre las empresas que actúan legalmente y los sistemas fraudulentos.

¿El nuevo Decreto 24 del 2016 emitido por el Gobierno logrará frenar la captación de dinero ilegal?

Son importantes todos los esfuerzos que hace el Gobierno colombiano en este sentido. Sin duda, tanto la ley como el decreto legitiman el trabajo legal y transparente y enfatizan con claridad, para todos los colombianos, cuál es la forma correcta del mercadeo multinivel y así poder comparar con el modus operandi de los esquemas fraudulentos.

¿A partir de la nueva normatividad se generará más confianza en las personas, permitiendo mayor participación de estas como vendedores?

Es claro que ya existe confianza en la industria y lo demuestran las más de 2 millones de personas que pertenecen a esta. La reglamentación no solo deja claro las reglas de juego de las compañías legales, sino que además fortalece la confianza de los vendedores independientes y consumidores.

Un negocio que tiene casi 150 años y se ha mantenido es porque tiene toda la transparencia y claridad hacia las personas que participan en tal industria, y es por eso que algunos fraudulentos pretenden calcar erróneamente el modelo para estafar a las personas, no siendo este el único caso. Los esquemas fraudulentos aprovechan el buen nombre de métodos legales para escudarse y hacer sus fechorías.

Por otro lado, tanto la Ley 1700 del 2013 como el Decreto 24 del 2016 permitirán que menos colombianos caigan en trampas.

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