Parte de la labor del cierre contable es realizar una revisión de los Estándares Internacionales en cuanto a los lineamientos sobre estructura y contenido de los estados financieros. En este editorial abordamos algunas premisas que usted debe tener en cuenta en el momento de preparar dichos informes.
Fecha de publicación:
24 de octubre de 2018
Este artículo fue publicado hace más de un año, por lo que es importante prestar atención a la vigencia de sus referencias normativas.
Parte de la labor del cierre contable es realizar una revisión de los Estándares Internacionales en cuanto a los lineamientos sobre estructura y contenido de los estados financieros. En este editorial abordamos algunas premisas que usted debe tener en cuenta en el momento de preparar dichos informes.
De acuerdo con los lineamientos de la NIC 1 y la sección 3, a continuación mencionamos aspectos relacionados con la preparación de estados financieros de propósito general, su estructura y contenido. Cabe anotar que la preparación de los estados financieros es responsabilidad de la administración, quien siempre se apoya en el conocimiento técnico del equipo contable de la entidad para lograr una adecuada presentación y cumplir con los reportes solicitados por los entes de supervisión y fiscalización.
Información
“la entidad debe guardar una homogeneidad en la estructura y clasificación de las partidas de los estados financieros de período a período, con el fin de que la información sea más comprensible y comparable”Tweet This
Antes de revisar la estructura de los estados financieros, es importante vislumbrar algunos de los requerimientos en cuanto a las características y cualidades de la información que deben contener:
Materialidad: se prohíbe ocultar información significativa con la excusa de que no es relevante, o agrupar partidas importantes que tengan diferente naturaleza o función. El principio de materialidad responde a que la información financiera se presenta por separado para cada clase significativa de partidas semejantes, a menos de que no tenga importancia relativa. Esta última se conoce como la capacidad que tiene la información de forma individual o en conjunto de influir en las decisiones económicas de los usuarios.
Presentación razonable: los estados financieros deben reflejar la situación financiera de la entidad, su rendimiento y flujos de efectivo, además de revelar el efecto de sus transacciones y mencionar otros sucesos o condiciones de forma fidedigna.
Hipótesis de negocio en marcha: la administración debe evaluar la capacidad que tiene para continuar en funcionamiento y una entidad debe preparar sus estados financieros bajo esta hipótesis. En caso de que exista alguna incertidumbre al respecto, debe revelarse este hecho.
Comparabilidad: se debe emitir información comparativa, presentar como mínimo la información del período actual y anterior incluyendo todos los importes de los estados financieros de dichos períodos, adicionalmente revelar los detalles de las cuentas que sean relevantes para identificar cambios o situaciones en el período actual, como por ejemplo el fallo de una demanda, una indemnización, etc.
Uniformidad de la información: la entidad debe guardar una homogeneidad en la estructura y clasificación de las partidas de los estados financieros de período a período, con el fin de que la información sea más comprensible y comparable para los usuarios. Sin embargo, si hay un cambio en la naturaleza de las actividades de la entidad, o con fines de presentar la información de una forma más fiable y relevante esta considera que debe cambiar su estructura, podrá hacerlo teniendo en cuenta una reclasificación de los importes comparativos, a menos de que resulte impracticable (ver párrafos 41 y 42 de la NIC 1).
Compensación entre partidas: existen dudas al respecto de la posibilidad de compensar partidas, sobre todo cuando se trata del impuesto diferido. Una entidad no debe realizar compensaciones entre gastos, activos, pasivos e ingresos, a menos de que una norma internacional lo requiera o permita de forma específica, pues por regla general no debería hacerse.
Frecuencia de la información: se deben presentar los estados financieros al menos de forma anual. Si bien se ha generalizado presentar la información de cada año, los Estándares Internacionales no prohíben informar sobre períodos de 52 semanas que correspondan a distintos años.
Estructura
Con relación a la estructura y el contenido de los estados financieros de propósito general, la entidad debe:
Distinguir de forma clara los estados financieros y las notas entre sí, separándolos de otra información.
Destacar (generalmente en el encabezado):
El nombre de la entidad y los cambios relativos a la razón social de las misma si hubo una novedad de un período a otro.
Si se trata de estados financieros individuales, separados o consolidados.
El período cubierto por los estados financieros.
La moneda de presentación.
El redondeo de las cifras (miles, millones o billones de pesos).
Revelar en las notas el domicilio y forma legal de la entidad, país de constitución, dirección de sede principal y una descripción de la naturaleza de sus operaciones y sus principales actividades.
Tener en cuenta que los Estándares Internacionales no abordan numeración de cuenta, ni prescriben el orden de las mismas, ni el formato en el que una entidad debe presentar sus partidas. Sobre este último tema precisan que la entidad puede añadir otras partidas o grupo de partidas y modificarlas cuando considere que sea relevante.
Sin desatender lo mencionado en el ítem anterior, acatar que los Estándares Internacionales proporcionan una lista de partidas que se presume abarcan los importes que generalmente presenta una entidad.
Presentar sus partidas corrientes y no corrientes como categorías separadas en el estado de situación financiera, excepto cuando una presentación distinta bajo el grado de liquidez proporcione una información más relevante.