Existe urgencia de una reforma pensional debido a desafíos fiscales

Los desafíos fiscales y las quejas sociales están agregando urgencia a una nueva ola de reformas pensionales en América Latina.

Fitch Ratings ha indicado que la población de América Latina se encuentra entre las más jóvenes del mundo, pero está envejeciendo a un ritmo rápido y sus patrones de ahorro son especialmente bajos, dada la presión demográfica que se avecina.

Pero los esfuerzos de reforma enfrentarán desafíos después de años de debilitamiento del crecimiento, descontento social e informalidad persistente, todo ello agravado por el impacto del coronavirus.

Los bajos ingresos de jubilación y la cobertura generalmente deficiente están haciendo que los regímenes de contribución definida (CD) “privatizados” sean un agravio social cada vez mayor.

Chile, Colombia, México y Perú enfrentan riesgos fiscales que sus privatizaciones anteriores debían evitar y el desafío de aumentar los ahorros para la jubilación sin obstaculizar el crecimiento o la creación de empleo formal.

La resistencia populista a los regímenes privatizados llegó a un punto crítico durante la crisis del coronavirus, lo que llevó a Chile y Perú a permitir retiros anticipados que se suman a sus problemas a largo plazo.

«Las presiones de las pensiones son un factor clave para los problemas fiscales de los soberanos con regímenes predominantemente públicos de beneficios definidos (DB), lo que refleja el cambio demográfico, el daño adicional de la crisis del coronavirus y las contrarreformas populistas en algunos países», afirma Fitch.

Los sistemas de pensiones subdesarrollados en los países más jóvenes de América Latina (por ejemplo, Paraguay, Guatemala) generalmente no presentan riesgos fiscales importantes. Pero la falta de impulso de la reforma podría obstaculizar el alza de las calificaciones, ya que las reformas de las pensiones que elevan el ahorro interno pueden tener repercusiones en la inversión, el crecimiento y el desarrollo del mercado de capital.