Este artículo fue publicado hace más de un año, por lo que es importante prestar atención a la vigencia de sus referencias normativas.
Debido a desconocimiento, mala asesoría, improvisación y un sinnúmero de situaciones, se han evidenciado algunas fallas en la implementación de los Estándares Internacionales tanto en microempresas como en entidades del grupo 1 y 2. En este editorial mencionaremos algunas.
Aunque los plazos definidos por el Gobierno nacional para realizar la convergencia ya pasaron, existen algunas entidades que no se han puesto al día con estos requerimientos, ante esto vale la pena aclarar que las entidades que aún no estén al día deben aplicar los Estándares Internacionales de forma retroactiva, es decir, presentar su información financiera bajo estos marcos normativos desde el período correspondiente; desde el año 2015 para microempresas y entidades de grupo 1 y desde el año 2016 para las Pymes.
Teniendo en cuenta que se han evidenciado algunas fallas en la implementación de estas normas, el objetivo de este editorial es mencionar cuáles son a fin de que contribuyentes y colaboradores evalúen su situación actual.
Antes de realizar la implementación de las normas vale la pena aclarar que de acuerdo a los decretos 2706 de 2012, 2784 de 2012 y 3022 de 2013 compilados en el DUR 2420 de 2015 debe existir una preparación por parte de la administración de la entidad, el equipo contable y todo el personal relacionado con la información financiera.
Para que se dé un proceso de capacitación adecuado el administrador debe evaluar qué procesos y personas intervienen en el reporte de información y en qué escala se requiere que los colaboradores sean capacitados, por ejemplo, se podría suponer que una persona vinculada al proceso de producción requiere de unos conocimientos básicos sobre la información que debe reportar, a diferencia del contador o el director financiero, quienes deberían tener un conocimiento robusto de los lineamientos de los Estándares Internacionales.Una de las fallas que se evidencia es la inadecuada planeación financiera en las entidades, sobre todo en lo que se refiere al diagnóstico de la situación de la entidad y los impactos que generaría la adopción de las normas internacionales de información financiera.
En el mejor de los casos se debió comparar si era mejor aplicar el Estándar pleno o el de las Pymes, evaluar cuáles eran las diferencias, ventajas y desventajas; pero, la mayoría de las empresas no midieron estos impactos, sino que realizaron la adopción identificando a qué grupo pertenecían, sin realizar ningún tipo de evaluación ante las opciones que permite la norma.
A pesar de que las normas aterrizaron a la realidad desde el año 2007, con el proyecto de decreto por el cual se adoptan las Normas Internacionales de Información Financiera y aseguramiento de la información, posteriormente Ley 1314 de 2009; muchos administradores pensaron que quedaba mucho tiempo para iniciar el proceso de convergencia, ya sea porque esperaban que el Gobierno desistiera de su interés de adoptar estas normas o porque esperaban a que la oferta de profesionales con conocimientos en el tema fuera mayor y por tanto disminuyeran los costos de honorarios; ya sea por estas o por otras innumerables razones, el tiempo se hizo cada vez más corto, hasta que cumplir con los requerimientos se convirtió en una tarea maratónica.
En muchas empresas ocurrieron dos situaciones: o se realizaban operaciones innecesarias aplicando un esfuerzo y costo desproporcionado en el reconocimiento y revelación de información, generando mayores costos para la administración, al no tener en cuenta el principio de materialidad; o, por otro lado, a temas de mayor relevancia como el cálculo del impuesto diferido no se le prestó mucha atención, porque, algunos asesores argumentaban que no se requería realizar este tipo de cálculos.
Anidado a lo anterior, se generaron otros inconvenientes al no tener asesoría adecuada como: mediciones de deterioro exageradas, cálculos de interés implícito donde no se requería, inadecuado cálculo de costo amortizado, vidas útiles sin sustento alguno; entre otras situaciones que generaron inconvenientes al revelar la información financiera bajo los requerimientos de los Estándares Internacionales.
Para sintetizar, las principales fallas son: la falta de preparación, la falta de planeación y la improvisación frente al tema. Ahora bien, se espera que ahora que se llegó a una aplicación plena de las normas se afiancen algunos detalles y la información pueda presentarse de la manera adecuada bajo los requerimientos establecidos.
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