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Fases para el proceso de evaluación de materialidad o importancia relativa

El IASB emitió el Documento de práctica Nro. 2 Realización de juicios sobre materialidad o importancia relativa, en el que expone las fases para la evaluación de la materialidad en la preparación de estados financieros. A continuación, se mencionan algunas apreciaciones al respecto.

Fecha de publicación: 14 de febrero de 2018
Fases para el proceso de evaluación de materialidad o importancia relativa
Este artículo fue publicado hace más de un año, por lo que es importante prestar atención a la vigencia de sus referencias normativas.

El IASB emitió el Documento de práctica Nro. 2 Realización de juicios sobre materialidad o importancia relativa, en el que expone las fases para la evaluación de la materialidad en la preparación de estados financieros. A continuación, se mencionan algunas apreciaciones al respecto.

El principio de materialidad se evalúa durante todo el proceso de preparación de los estados financieros. A continuación, se mencionan algunas apreciaciones sobre las fases de esta evaluación.

Fase 1: Identificar información con potencial de ser material

“En la primera fase, se establece el punto de partida en el que la entidad identifica información sobre sus operaciones, registros y transacciones con miras de suplir las necesidades de los usuarios”

Los usuarios buscan que la información de los estados financieros les ayude a comprender la situación de la empresa y de esta forma tomar decisiones, aunque estos usuarios tengan diferentes intereses que incluso pueden llegar a estar en conflicto, se espera que la información financiera preparada bajo Estándares Internacionales, satisfaga las necesidades del mayor número de usuarios. Cabe anotar que satisfacer las necesidades de la mayoría de usuarios, no impide que la entidad pueda proporcionar información adicional a un grupo de usuarios en particular. A toda esta información que se considera relevante para los usuarios se le denomina material. (Ver NIA 320).

En la primera fase, se establece el punto de partida en el que la entidad identifica información sobre sus operaciones, registros y transacciones con miras de suplir las necesidades de los usuarios; la entidad debe suministrar información sobre sus recursos, los derechos u obligaciones que ha contraído o espera contraer, el origen y moto de sus ingresos, todos los cargos asociados a gastos y costos y toda la información adicional que ayude a medir la gestión de la gerencia y la asertividad de las decisiones tomadas por los responsables de gobierno. El resultado de esta fase es un conjunto completo de información “potencialmente material o con importancia relativa”.

Fase 2: Evaluar si la información identificada en la fase 2 es material

En esta fase se evalúa si la información que se considera potencialmente material que fue identificada en el paso 1, cumple con los criterios requeridos por los Estándares Internacionales para considerarse como tal. Esta evaluación se realiza considerando si los usuarios se pueden ver influidos por esta información.

Se concluye que un elemento de la información es material dependiendo de su naturaleza, dimensión o una combinación de ambas, para esto se tienen presenten los factores cuantitativos y cualitativos que permitan a la entidad diseñar una política contable acorde a cada elemento de los estados financieros.

  • Cuantitativo: se evalua la dimensión del impacto de una transacción o cualquier elemento que al no reconocerse pueda afectar la percepción de la situación financiera de la entidad o de cuenta de rendimientos o flujos de efectivo de los cuales la entidad no puede disponer, tal es el caso de los activos y pasivos contingentes. Esta evaluación debe ser realizada de acuerdo al juicio profesional del contador, quien, para lograr este proceso, puede apoyarse en medidas a través de pronósticos, indicadores financieros y comparación de datos.
  • Cualitativo: un factor cualitativo responde a las características propias de las transacciones de las entidades que pueden influir en la toma de decisión, estos pueden ser de origen específico de la entidad o de origen externo. Los de origen interno pueden asociarse con cambios inesperados en las tendencias, sucesos poco frecuentes o anormales en las operaciones de la entidad; los de origen externo tienen que ver con el sector en el que se encuentra la entidad, su ubicación geográfica, condiciones económicas, políticas y sociales que puedan afectar las operaciones de la misma.

Si se presenta uno de estos factores no quiere decir inmediatamente que la información sea material. Sin embargo, con base en uno de estos o varios que se apliquen a un elemento y en cuanto más significativos sean estos factores, existirá una mayor probabilidad de que el elemento sea material. Hay que tener en cuenta que, indistintamente de la existencia de factores cuantitativos o cualitativos en un elemento, la atención del profesional contable debe concentrarse en la influencia de estos sobre las decisiones de los usuarios.

Fase 3: Organizar la información para que sea comunicada de forma clara

La información debe ser organizada de forma clara para que sea comprensible para los usuarios, de acuerdo al párrafo 56 del Documento de práctica Nro. 2 Realización de juicios sobre materialidad o importancia relativa emitido por el IASB y publicado en la página del CTCP, se expone que esta información puede ser organizada para:

“(a) enfatizar los temas materiales o con importancia relativa;
(b) adaptar la información a las circunstancias propias de la entidad;
(c) describir las transacciones, otros sucesos y condiciones de la entidad tan simple y directamente como sea posible sin omitir información material o con importancia relativa y sin incrementar innecesariamente el tamaño de los estados financieros;
(d) destacar las relaciones entre las diferentes partes de la información;
(e) proporcionar información en un formato que sea apropiado a su tipo, por ejemplo, una tabla o descripción;
(f) facilitar información de forma que maximice, en la medida de lo posible, la comparabilidad entre entidades y entre periodos sobre los que se informa;
(g) evitar o minimizar duplicidades de información en diferentes partes de los estados financieros; y
(h) asegurar que la información material o con importancia relativa no se ensombrece por información no material o sin importancia relativa.”

“la entidad debe buscar la manera de no ubicar información irrelevante que disipe la información material, de manera que genere confusión en la interpretación de los estados financieros.”

Al momento de organizar la información la entidad debe buscar la manera de no ubicar información irrelevante que disipe la información material, de manera que genere confusión en la interpretación de los estados financieros. De donde resulta el borrador de los estados financieros.

Fase 4: Revisar el borrador de estados financieros para determinar si ha sido identificada toda la información material

En esta fase se puede identificar información que no era material por sí misma, pero que al evaluarla en los estados financieros en su conjunto se considera material. En esta fase de revisión se espera efectuar el último filtro a la información contenida en los estados financieros verificando que toda responde al principio de importancia relativa o materialidad. En esta fase se puede repetir si se considera necesario la fase 2.

La fase 4 da lugar a que se incluya: información adicional en las revelaciones de los estados financieros, una desagregación de la información que ya estaba contenida, una eliminación de información identificada como no material con el fin de emitir estados financieros más comprensibles, entre otras situaciones.

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