Este artículo fue publicado hace más de un año, por lo que es importante prestar atención a la vigencia de sus referencias normativas.
Crear trabajo y promocionar nuevos emprendimientos; dar cumplimiento y respeto a los derechos de los trabajadores; brindar protección social; y promover la generación de empleo digno con salarios estables son algunos ejes temáticos que encierra el concepto de trabajo decente. ¿Cómo está Colombia?
El próximo martes 9 de octubre se celebra el Día del Trabajo Decente, el cual se estableció a través del Decreto 2362 del 7 de diciembre de 2015. Desde finales de septiembre la ministra de trabajo, Alicia Arango Olmos presentó la estrategia que liderará la cartera laboral para la celebración de este día, con el objetivo fin de mostrar la importancia que tiene para el Gobierno este concepto, el cual busca garantizar los derechos de los trabajadores y la construcción de una Colombia en equidad.
Los ejes temáticos que conforman el trabajo decente son: creación de trabajo, que incluye la promoción de nuevos emprendimientos; el cumplimiento y respeto por los derechos de los trabajadores, especialmente para la población más vulnerable; la promoción de la protección social; y el fortalecimiento del diálogo social como herramienta para mejorar las relaciones laborales en el país.
La ministra, respecto al trabajo decente, dijo a los medios que se busca promover la generación de empleos dignos y estables que garanticen los derechos fundamentales sin ningún tipo de discriminación, que contribuyan a la construcción de una Colombia con legalidad, emprendimiento y equidad.
La jefe de la cartera laboral ha manifestado que se deben “reivindicar los derechos de los trabajadores, promover el emprendimiento, incentivar la formalización laboral, y la protección de todos los trabajadores colombianos”.
Sin embargo, y pese al discurso de buenas intenciones del Gobierno, la realidad presenta otro escenario, como lo explica Fabio Arias Giraldo, columnista de las2orillas.co, quien asegura que la oportunidad en materia de empleo e ingresos dignos está atravesada por una tasa de desempleo que ha estado cercana al 10 %, la más alta de América Latina. «Esta cifra no tiene en cuenta la permanencia de más de cinco millones de colombianos en el exterior y más de tres millones de trabajadores que hace más de un año se cansaron de pedir empleo», dice.
Arias Giraldo entrega datos, entre los cuales figura que en materia de ingresos en los últimos 30 años se ha perdido 7 puntos de participación de los ingresos de los trabajadores en el PIB, donde estos 7 puntos equivalen a una cifra cercana a 60 billones de pesos. La mitad de los trabajadores ganan menos de un salario mínimo. El valor de la canasta básica para una familia de 5 personas cuesta 1,9 millones de pesos. El 80 % de los trabajadores ganan menos de 2 salarios mínimos.
Desde el punto de vista de la Central Unitaria de Trabajadores –CUT–, el Gobierno debe cumplir los compromisos adquiridos por el Estado ante la OIT y demás convenios internacionales. El no cumplimiento de esos compromisos es lo que ha provocado la inequidad social, la precarización de los sistemas de contratación y el deterioro de los salarios, las condiciones de trabajo y las prestaciones sociales de los colombianos.
Luis Alejandro Pedraza, presidente de la CUT dice que el Gobierno debe cumplir los convenios 87 y 98 sobre libertad sindical y negociación colectiva; la recomendación 122 que se refiere al trabajo decente; las recomendaciones para instaurar el trabajo decente en la política laboral y la eliminación de los contratos de servicios; de igual manera, los acuerdos suscritos en el marco del Plan de Acción Laboral firmado con Estados Unidos para la implementación del TLC, que propenden por mejoras de las condiciones laborales de los trabajadores colombianos.
Sobre este punto sindical, Arias Giraldo indica que actualmente, en Colombia, menos del 5 % de los trabajadores están afiliados a un sindicato, mientras que en los años 80 la tasa de afiliación era del 16 %. Por otra parte, hoy la negociación colectiva solo cobija a menos del 3 %, y el ejercicio de la huelga está restringido y estigmatizado.
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