Julio César Leal Duque, economista y especialista en legislación tributaria, afirma que hay mucha improvisación e ignorancia por parte de los contadores públicos frente a los estándares internacionales. Se debe exigir a las Superintendencias la capacitación de los están involucrados en el proceso.
Lo primero que han enfrentado las empresas es la poca capacitación de los contadores en el tema. Causa mucho estrés e incertidumbre saber si realmente el proceso está siendo bien hecho por el contador para no tener problemas luego.
La gente no sabe realmente si les va a ser útil en el futuro. Muchas empresas están interesadas solo en el mercado interno y no le ven utilidad a la internacionalización de las normas contables. Sienten un peso innecesario.
Finalmente, el Gobierno tiene a muchos empresarios aterrorizados al decir que tomará los nuevos estados financieros bajo Estándares Internacionales como base para las declaraciones tributarias en la nueva reforma tributaria. Pero es claro que el Gobierno no puede (así algunos congresistas den declaraciones equivocadas por televisión y hagan parte de las comisiones que intervienen en la reforma), decir que la única base para determinar los impuestos son los Estándares. Es ilógico, sí son el principal insumo, pero hay que depurar las rentas, las declaraciones; es decir, conciliar, sacar, extraer, abstraer, para determinar los impuestos.
No es igual la contabilidad a una declaración tributaria en ninguna parte del mundo. Es como decir que van a borrar el Estatuto Tributario, sería algo absurdo. De hecho, ya están ordenadas por el Oficio de la Dirección de Gestión Jurídica 100202208-0512 de junio 5 del 2015, las conciliaciones de forma obligatoria y la DIAN puede pedir las conciliaciones entre lo contable y lo fiscal; hacen parte de la contabilidad.
Siempre ha existido la conciliación y seguirá existiendo, esas declaraciones en los medios reflejan ignorancia absoluta de la teoría y los principios tributarios y causan incertidumbre innecesaria.
No hay doble contabilidad ya que es ilegal. Es una transición, por lo tanto es necesario y prudente que las empresas comparen lo que había y lo que viene. Todo es importante y por eso está reglamentado. No puede haber interpretación en ese sentido y hablarse de doble contabilidad. La doble contabilidad es sancionada en el Estatuto Tributario.
La principal recomendación es que los empresarios se sienten con los contadores y los asesores tributarios y analicen realmente los cambios. No dejar todo para última hora. Esto traerá como resultado unas conciliaciones ajustadas en derecho.
Hay que reclamar capacitación porque existe mucha ignorancia. Se debe capacitar a los contadores y los fiscalizadores con altos estándares de calidad. Hay mucha improvisación.
Hay que ser consciente que lo que se pretende es establecer un parámetro para que la información contable de las empresas refleje una realidad. Si el Gobierno ha decidido implementar estas normas es porque considera que mejoran la calidad de la información; por obvias razones, algunas empresas se sentirán afectadas, suba o baje el patrimonio.
Hay que tener claro que es un efecto del método. Este tiene impacto en la presentación para entidades financieras y el acceso a créditos, por ejemplo, pero para eso están las explicaciones, las conciliaciones etc.