Las mipymes son el sector empresarial más grande de Colombia y por tanto es importante centrar los objetivos en la implementación de prácticas que contribuyan al crecimiento empresarial y la garantía de la permanencia, como lo es el control interno.
El control interno contribuye a que la empresa alcance sus metas en períodos determinados, con recursos específicos y en optimización de la capacidad y estructura de la compañía, teniendo como principal objetivo la minimización del riesgo.
Si bien el control interno es una herramienta fundamental para toda organización, en las mipymes se restringen las prácticas de control bajo la percepción de que se generarían costos adicionales que la operación de la empresa no puede sostener; además, por el tamaño de las empresas se concibe que el control interno no es necesario. No obstante, es importante señalar que las prácticas de control interno están implícitas en las prácticas de las empresas, es decir, el protocolo de firmar los recibos de caja y los comprobantes de pago, el registro de llamadas y gastos menores, entre otras, son prácticas de control interno.
En este sentido, la fase más importante para el establecimiento del control interno dentro de las mipymes es la organización de las prácticas de control y la regularización y estandarización, de modo que se pueda ampliar la efectividad de las mismas frente a la mitigación y prevención de riesgos de operación o gestión de la empresa.
El control interno es importante para la estructura administrativa, contable y operativa de la empresa.
En el nivel operativo permite identificar las debilidades y las oportunidades de mejora en los procesos; de tal manera, el control interno en las mipymes posibilita una estructura para garantizar su crecimiento y permanencia en el tiempo. Sumado a lo anterior, el control interno dentro de cualquier organización otorga a sus usuarios, tanto internos como externos, seguridad y confiabilidad en todos los procesos y, por ende, en el producto final.
En todas las empresas es vital tener un correcto control interno, a fin de evitar riesgos y fraudes que atenten contra sus activos e intereses; así mismo se logra evaluar la eficiencia de la misma en cuanto a su gestión. Sin embargo, la mayoría de las mipymes no cuentan con un control interno adecuado, debido a que generalmente son empresas familiares, las cuales suelen carecer de formalidad.
Por su tamaño y complejidad de las operaciones en las mipymes no se requiere que se implementen detallados niveles de control interno y se pueden condensar los departamentos, funciones y responsables en básicamente dos:
Control interno de gestión: busca la promoción de la eficiencia en la operación de la empresa y que la ejecución de las operaciones se ajuste a las políticas establecidas.
Control interno contable: persigue la protección de los activos de la empresa, donde además se garantice información financiera veraz, confiable y oportuna.
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