Impuesto diferido por deterioro de cartera. Conoce aquí su tratamiento

El deterioro de cartera reconocido contablemente suele ser distinto al que se acepta para efectos fiscales.

La diferencia entre el valor contable y fiscal de esta partida genera, en la mayoría de los casos, un impuesto diferido.

Recordemos que el deterioro de activos representa una pérdida en su valor, es decir, que el valor en libros no se puede recuperar en su totalidad; de ahí que toda entidad al cierre de cada período debe evaluar las partidas que conforman los estados financieros, con el fin de identificar el posible deterioro y hacer el reconocimiento que corresponda.

En el caso de los clientes, es importante tener en cuenta que el tratamiento por concepto de deterioro es diferente a nivel contable y fiscal, lo cual hace que se origine un impuesto diferido. Al respecto, es importante considerar lo siguiente:

1. Para efectos contables, hallar el monto a reconocer por deterioro de cartera implica evaluar cada cliente de forma independiente, para establecer si este podrá cumplir o no con la obligación que adquirió, según su capacidad de pago, comportamiento y situación frente a los proveedores.
2. Para efectos fiscales, la normatividad acepta algunos porcentajes de deterioro basados en los días de mora de la cartera, y permite que la pérdida se tome como deducible si se comprueba que la deuda es real e incobrable y se originó mediante operaciones generadoras de renta.

Así pues, con estos tratamientos los saldos netos de la cartera en los estados financieros difieren de los saldos reportados en la declaración de renta para efectos fiscales.

Con el propósito de que cumplas con esta tarea de manera correcta hemos diseñado el caso práctico Contabilización de impuesto diferido ante deterioro de cartera, una herramienta de gran utilidad para esta temporada.

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