Parte del análisis financiero de una entidad se puede lograr estudiando los resultados que arrojan los indicadores de rentabilidad sobre los activos y el capital. En este editorial exponemos cómo se pueden utilizar estos indicadores y a qué conclusiones se llega tras su interpretación.
Parte del análisis financiero de una entidad se puede lograr estudiando los resultados que arrojan los indicadores de rentabilidad sobre los activos y el capital. En este editorial exponemos cómo se pueden utilizar estos indicadores y a qué conclusiones se llega tras su interpretación.
Los indicadores de rentabilidad permiten medir los rendimientos de la entidad con relación a distintas variables, en nuestros editoriales Indicadores de rentabilidad como herramienta de medición de la gestión administrativa y Márgenes de utilidad neta y operativa como apoyo en gestión financiera, abordamos los márgenes de utilidad bruta, operacional y neta y sus características. El objetivo de esta entrega es mencionar los indicadores de rentabilidad sobre activos –ROA– y sobre patrimonio –ROE– y a qué conclusiones se puede llegar después de su análisis.
El ROA es un indicador que mide la eficacia de la administración para generar utilidades con relación a sus activos (esto sin evaluar la forma por la que se han obtenido dichos activos, que pueden ser producto de financiación, inversión, etc.). Es decir, el rendimiento de la inversión que se ha realizado en la entidad, independientemente de la naturaleza u origen de la misma. Se puede decir que en cuánto más grande es este indicador, mejor rendimiento sobre los activos tiene la entidad. Este indicador se calcula dividiendo la utilidad neta sobre el total del activo:
Tamales Tolimenses SAS presenta una utilidad neta de $200.000.000 y un total de activo de $2.000.000.000 en 2016. Para 2017 su activo cambia a $1.800.000.000 constante, pero su utilidad neta fue de $500.000.000.
Como se puede evidenciar en el ejemplo, en 2017 la entidad obtuvo un mayor rendimiento neto que en 2016, y dado que su activo disminuyó, se evidencia un notable crecimiento en su indicador de rendimiento sobre el activo total, ya que está generando una mayor utilidad con una planta más pequeña.
El –ROE– es un indicador que mide la eficacia de la administración para generar utilidades con relación a su patrimonio, es decir, mide el rendimiento de la inversión que han realizado los socios. Se puede decir que cuánto más grande es este indicador, mejor rendimiento sobre el patrimonio demuestra la entidad. Este indicador se calcula dividiendo la utilidad neta sobre el total del patrimonio:
Tamales Tolimenses SAS presenta una utilidad neta de $200.000.000 y un patrimonio de $1.000.000.000 en 2016, para 2017 su patrimonio permanece constante pero su utilidad neta es de $100.000.000.
Como se puede evidenciar en el ejemplo, en 2016 la entidad obtuvo un mayor rendimiento neto que en 2017, y al permanecer constante su patrimonio, se hace notable la disminución en su indicador de rendimiento sobre patrimonio, esto quiere decir que la entidad fue menos eficiente con relación a la generación de utilidad neta con base en su patrimonio.
Cabe anotar que estos indicadores varían dependiendo de las interpretaciones a las que han llegado diferentes profesionales. Algunos aconsejan no tener en cuenta las valorizaciones en el rubro de patrimonio, puesto que estas aún no son efectivas; así como otros consideran que, en vez de evaluar estos indicadores con la utilidad neta, debe hacerse con la utilidad después de impuestos o incluso la utilidad antes de impuestos o intereses. En últimas, será la administración la que decida qué indicadores usar y que variables abarcar en estos, siempre buscando elegir los que expongan una información veraz y útil para los usuarios.