Este artículo fue publicado hace más de un año, por lo que es importante prestar atención a la vigencia de sus referencias normativas.

Influenza Económica – Hermann Stangl


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En broma, se ha llegado a decir, que los economistas dedicamos el 50% de nuestro tiempo a desarrollar, de la manera más seria y objetiva posible, predicciones económicas, y que dedicamos el 50% de nuestro tiempo restante, a explicar las razones por las cuales nuestras predicciones no se cumplieron.

Y lo que estamos viviendo por estos días, marcados por el pánico y la angustia mundial, desatados por el virus AH1N1, o mejor conocido como el virus de la influenza porcina, reafirma la broma de la cual somos víctimas los economistas. Todo parecía comenzar a mejorar en el mediano plazo, se vislumbraba un nivel importante y generalizado de optimismo por parte de la gran mayoría de los agentes económicos, pero desafortunadamente este fenómeno viral contagió a la economía, impregnando en ella fuertes dosis de incertidumbre. Prueba de ello fue que el anuncio de la OMS frente a una inminente pandemia, causó importantes caídas en varias bolsas de valores del hemisferio. Queda así absolutamente demostrado, que en economía, lo único seguro es la incertidumbre.

Solo unos pocos sectores se han visto beneficiados, básicamente podríamos hablar de los laboratorios farmacéuticos productores del medicamento específico para tratar este nuevo virus, y de aquellos que producen medicamentos antigripales, vacunas y suplementos vitamínicos, al igual que las empresas productoras y comercializadoras de tapabocas, mascarillas y productos para el aseo y la desinfección. El sector inmediata y directamente más perjudicado ha sido el porcicultor, ya que muchas personas prefieren de todas maneras abstenerse de comer este tipo de carne, trayendo consigo un desplome en su precio.

Los otros sectores también perjudicados han sido el turismo, el comercio y todos aquellos que por sus características en la prestación de sus servicios, manejan aglomeraciones de personas o grupos de individuos de manera simultánea. En este grupo tenemos como damnificados de la influenza económica a los centros comerciales y recreacionales, almacenes de cadena, hoteles, aerolíneas, restaurantes, cines, teatros, conciertos, espectáculos deportivos, instituciones educativas, cultos religiosos, entre otros

Si analizamos la historia, las pandemias que cobraron millones de víctimas fueron en épocas donde no se contaba con tantos avances médicos. Además el mundo entero está actuando de una manera muy rápida y aparentemente bastante efectiva, por lo tanto lo que muy probablemente se espera, es que esta situación se normalice pronto.

Hermann Stangl
Consultor Financiero
www.stangl.com.co


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