Inventarios bajo NIIF: impactos por su implementación

Para el caso de los importadores que comercializan, en algunos países, durante el proceso de importación, la diferencia en cambio se lleva como mayor valor del inventario. En las NIIF, la diferencia en cambio se lleva como gasto. Lo anterior genera diferencias. Mientras el que compra productos nacionales no tendría ese efecto, quien compra importados sí.

Hay empresas muy bien organizadas y rigurosas en la aplicación de las normas de contabilidad locales. Por ello, muchas de ellas cuando realizan la transición a las NIIF no les es complicado, y menos, si se trata de una comercializadora. Por lo tanto, no es fácil identificar los posibles impactos que puedan darse.

Uno de los impactos podría ser el manejo de los descuentos que en algunos países se presentan como un ingreso, mientras que en las NIIF los descuentos de todo tipo se interpretan como menor valor del costo de la mercancía. Hay que tener en cuenta que se podría tener un ajuste al valor neto de realización, lo que podría conllevar a otro efecto adicional.

Frente a lo fiscal hay cambios. En el caso de los importadores que comercializan, durante el proceso de importación, en algunos países la diferencia en cambio se lleva como mayor valor del inventario. En las NIIF, la diferencia en cambio se lleva como gasto. Lo anterior genera diferencias ya que el que compra productos nacionales no tendría ese efecto, frente al que compra productos importados.

Los ‘vicios’ que tienen algunas empresas

El tema más delicado que podría darse es el de algunos ‘vicios’ que tienen las empresas. Por ejemplo, hay entidades donde llega la mercancía sin factura y, por tanto, no la incluyen en el balance. Lo anterior es un error de logística, operativo y financiero.

Quienes son aplicados con este tema incluyen el número de unidades sin costo, hecho que empieza a dañar el costo promedio. Otro efecto consiste en que algunos ni siquiera incluyen la mercancía y empiezan a vender en rojo, y le piden a la casa de software que no bloqueen y que las vendan en rojo; es decir que las unidades queden negativas.

Todo lo anterior genera errores en la información financiera. Y ante esto no hay solución. O se hacen las cosas bien o se cometen errores técnicos. Hay entidades que hacen lo anterior 10, 20 o 30 años y cambiar les cuesta mucho. El efecto más grande son los ‘vicios’ en el manejo de la información financiera, los cuales generan distorsiones en la contabilidad y en la información financiera.

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