Una ordenación equilibrada del tiempo de trabajo puede beneficiar a las empresas en cuanto al aumento de la productividad y la reducción de los índices de ausentismo y rotación del personal. La OIT entrega recomendaciones sobre horas extras, trabajo por turnos, trabajo nocturno y turnos rotativos.
Una ordenación equilibrada del tiempo de trabajo puede beneficiar a las empresas en cuanto al aumento de la productividad y la reducción de los índices de ausentismo y rotación del personal. La OIT entrega recomendaciones sobre horas extras, trabajo por turnos, trabajo nocturno y turnos rotativos.
El 23 de agosto de 2019 la Organización Internacional del Trabajo –OIT– publicó la Guía para establecer una ordenación del tiempo de trabajo equilibrada, texto con consejos para gobiernos, empleadores y trabajadores que invita a enfrentar las nuevas tendencias económicas que han traído consigo “horas de trabajo cada vez más diversas, descentralizadas e individualizadas”.
La publicación indica que los horarios deben organizarse según los principios del “tiempo de trabajo decente”, lo que se traduce en que tanto los hombres como las mujeres ocupados y ocupadas deben contar con condiciones de libertad, igualdad, seguridad y dignidad humana.
Desde el punto de vista de la OIT, una ordenación del tiempo de trabajo equilibrada puede beneficiar a las empresas en:
Para la OIT las horas extras no deben ser consideradas una estructura de organización del tiempo del trabajo. “Los horarios semanales prolongados suelen venir acompañados de cansancio agudo y crónico, lo que puede resultar en problemas de salud”, indica la entidad.
Para evitar lo anterior, el organismo sostiene que las horas extras deben ser “debidamente compensadas, ya sea en efectivo, con tiempo libre o una combinación de estas dos formas, según corresponda; y distribuidas de manera equitativa entre los trabajadores para reducir los efectos adversos de una cantidad excesiva de horas de trabajo”.
La figura por turnos es definida por la OIT como una “manera de organizar el tiempo de trabajo en la que los trabajadores se van sucediendo en el lugar de trabajo, de tal modo que el establecimiento pueda funcionar más allá del horario laboral de cada trabajador en diferentes momentos del día”.
Sean fijos o rotativos, desde la OIT se advierte que para que esta modalidad funcione las empresas deben evitar intervalos breves entre turnos; garantizar un período de descanso mínimo de uno a otro y buscar alternativas a las horas de entrada muy tempranas.
Una buena práctica que pueden aplicar los empleadores es evaluar las necesidades individuales de sus trabajadores, como su estado de salud y situación personal, y tratar de adaptar el trabajo por turnos que se les asigne en función a esas necesidades.
En el caso del trabajo nocturno es necesario:
En el caso de turnos rotativos es necesario:
Según la OIT los horarios escalonados son las diversas formas de establecer las horas de inicio y término de la jornada de trabajo para diferentes grupos de trabajadores del mismo establecimiento. Esta modalidad, que permite que las horas de inicio y finalización de la jornada laboral sean escalonadas de cada quince (15) a 30 minutos entre, por ejemplo, las 7 y 9 a.m. y las 4 y 6 p.m., traería varios beneficios según la entidad.
“Esto puede tener un impacto positivo en los desplazamientos de los trabajadores y en su capacidad para atender sus responsabilidades familiares. Cuando están bien estructuradas permiten a las empresas ampliar las horas de funcionamiento sin coste adicional de mano de obra”, según la guía.