Este artículo fue publicado hace más de un año, por lo que es importante prestar atención a la vigencia de sus referencias normativas.

La calidad se mide en términos de la contribución hecha al bien común


De acuerdo con la ISQM 1, la administración de la calidad se basa en un enfoque de riesgos:

  1. The risk-based approach is embedded in the requirements of this ISQM through:

a. Establishing quality objectives. The quality objectives established by the firm consist of objectives in relation to the components of the system of quality management that are to be achieved by the firm. The firm is required to establish the quality objectives specified by this ISQM and any additional quality objectives considered necessary by the firm to achieve the objectives of the system of quality management.

b. Identifying and assessing risks to the achievement of the quality objectives (referred to in this standard as quality risks). The firm is required to identify and assess quality risks to provide a basis for the design and implementation of responses.

c. Designing and implementing responses to address the quality risks. The nature, timing and extent of the firm’s responses to address the quality risks are based on and are responsive to the reasons for the assessments given to the quality risks.

En primer lugar, una firma debe establecer qué considera como calidad. Habrá quienes piensen que la calidad no es más que actuar según los estándares y las normas establecidas para el respectivo servicio. Es claro que si estos se incumplen no habrá calidad. Según José Joaquín de Mora, “calidad suele significar el conjunto de las cualidades”.

Nosotros pensamos que la calidad debe concebirse desde la comunidad humana. Hoy en día el público colombiano desconoce las reglas que deben observar los contadores al realizar un servicio de aseguramiento. Por lo mismo no identifican cuando tal cumplimiento se está dando, ni son capaces de caer en cuenta de la calidad que ello genera. Todas las personas tienen criterios sobre lo que esperan. Los unos quieren cada vez una mayor rentabilidad, criterio muy incompleto para juzgar la bondad de una empresa. Otros esperan un actuar muy respetuoso de la naturaleza, que puede implicar menores márgenes. Aquellos hablan de sostenibilidad. Estos de responsabilidad social empresarial. Algunos de responsabilidad social según la ISO 26000, una de las mejores concepciones sobre el tema.

Para nosotros la calidad se mide en términos de la contribución hecha al bien común, el cual, según la Iglesia católica, se define como “el conjunto de condiciones de la vida social que hacen posible a las asociaciones y a cada uno de sus miembros el logro más pleno y más fácil de la propia perfección”. Si lo que dicen los contadores no se comprende, se le considerará inútil. Si aquello que afirman tiene poco valor, también será pobremente valorado su trabajo. Aplicar los estándares y normas para cumplir con ellos sin ninguna otra trascendencia puede ser insuficiente. ¿Verdaderamente se pueden tomar decisiones a la luz de la información dictaminada? Los auditores no son preparadores, pero deben evaluar si la información es trasparente y suficiente para entender el futuro venidero de la respectiva empresa. Esto es mucho más importante que la pretendida exactitud, que en materia contable no tiene cabida.

Hernando Bermúdez Gómez
Tomado de Contrapartida – De Computationis Jure Opiniones.
Número 6091, septiembre 13 de 2021.

 


 

Hernando Bermúdez Gómez
Las publicaciones de Contrapartida son escritas por miembros de la comunidad académica del Departamento de Ciencias Contables de la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas de la Pontificia Universidad Javeriana.
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