En nuestro país (Argentina), y para todas las empresas que no son de interés público hay profesionales que, más que oponerse al cambio, están preocupados en medir el impacto que la adopción de normas internacionales causará en empresas y profesionales. Podría resumir que no hay un rechazo a dichas normas sino un sentimiento de precaución en su aplicación inmediata para las empresas, para ir, gradualmente, adoptándolas.