Generalmente se le atribuye al revisor fiscal el análisis de la materialidad en los estados financieros, pero esta es una labor que debe realizarse antes de la preparación de los mismos. Dicho esto, el principal actor en la determinación de la materialidad es quien prepara los informes.
Generalmente se le atribuye al revisor fiscal el análisis de la materialidad en los estados financieros, pero esta es una labor que debe realizarse antes de la preparación de los mismos. Dicho esto, el principal actor en la determinación de la materialidad es quien prepara los informes.
La esencia de la materialidad no está en asignar un factor porcentual a una partida o elemento de los estados financieros. A continuación, mencionaremos algunas premisas en torno a este principio.
De acuerdo con el marco conceptual de los Estándares Internacionales, una información es material cuando su omisión o error puede influir en la toma de decisiones de los usuarios de los estados financieros, y no solo está supeditada a la cuantía de la partida, sino que también depende de circunstancias particulares. En consecuencia, no es adecuado cometer o dejar pasar desviaciones no significativas con la finalidad de que la información revele una situación financiera, flujos o rendimientos de la entidad de una manera distinta a la que se reflejaría si dicha información cumpliera todos los criterios de materialidad.
Una entidad tiene una obligación a favor de otra por $100.000 y el contador no reconoce dicha partida justificando que no es material, puesto que el valor de esta, con relación al total de los pasivos de la entidad que están en $19.910.000, es casi insignificante.
Al entrar a verificar la información de la entidad, el revisor fiscal se entera de que esta tiene un contrato con una entidad financiera, en el cual especifican que, si la entidad llega a tener obligaciones pendientes por $20.000.000 o más, los pasivos que tenga con la entidad financiera de inmediato se convierten en exigibles.
De este caso se puede inferir que, si bien el valor de la partida que no fue reconocida es insignificante o muy bajo en relación con el total de los pasivos, el hecho de no presentar dicha información beneficia a los administradores en su gestión y hace que los usuarios no puedan ver con claridad la verdadera condición o situación de la entidad.
En consecuencia, se espera que el contador y la administración usen el juicio profesional para presentar y revelar la información financiera, atendiendo la materialidad y las políticas contables preparadas con antelación a la emisión de los estados financieros.