Apartes de una carta enviada por actualicese.co a René Castro, socio, colega y amigo de Miguel.
Si quieres dejar tu mensaje de apoyo, o algún recuerdo especial que hayas compartido con tan extraodinario colega, puedes hacerlo en el formato que hay al final de esta página.
…Referirnos a Miguel Antonio Cano es recordar a ese colega que siempre estaba presente, o como asistente o bien como conferencista en los grandes eventos de la profesión en latinoamérica…
Es recordar a ese colega actualizado y que en procura de lograr ese objetivo para sus colegas recorría el país promoviendo sus muy interesantes y pedagógicas conferecias de diversos tópicos, entre los que recuerdo mucho los relacionados con los temas financieros, lavado de activos y contabilidad y auditoría forense.
Lo conocí como alguien de una dinámica especial como cuando en la Conferencia Interamericana de Perú me invitó a visitar y dictar conferencias a varias universidades de dicho país, o como cuando en Panamá, en la Conferencia Interamericana nos reunió para hacer un frente común latinoamericano para el desarrollo de temas de actualización .
Queremos rendirle un póstumo homenaje enviando un mensaje de solidaridad, pues queremos que todos los Contadores Públicos lo recuerden y se enteren de que hemos perdido no sólo un colega sino a a un líder; a un mensajero de la ética, honestidad, moral y un promotor de la necesidad de intensificar el esfuerzo por el mantenimiento y logro de la confianza pública en nuestra profesión por parte del Contador Público.
A la familia de Miguel nuestras condolencias y a tí René te agradezco habernos informado.
Como su socio y gran campañero de esfuerzos, te acompañamos; y que esa fortaleza,dinámica y gran voluntad de servicio sea un ejemplo para todos los colegas Colombianos.
Sea Dios, el que lo reciba y conserve en nuestras mentes su memoria.
José Hernando Zuluaga M.
CEO actualicese.co
IN MEMORIAN
MIGUEL ANTONIO CANO CASTAÑO
(1959-2005)Miguel Antonio nació en Bogotá, hace 45 años. Se graduó como Contador Público Titulado de la Universidad Antonio Nariño, a la que amaba y nunca desconocía porque siempre expresaba “que uno hace las instituciones, no las instituciones lo hacen a uno”. Se especializó en la misma universidad en Auditoría de Sistemas e inició un largo camino profesional en los bancos de Colombia y Colpatria donde se destacó como un gran profesional, pero quería hacer más por la profesión y al encontrarnos en 1992 en el Congreso Mundial de Contadores en Washington donde nos conocimos, discutimos acerca del trabajo que deberíamos desarrollar dentro de la profesión para hacerla más profesional y más internacional.
Luego a mi regreso al país en 1994, nos reecontramos y decidimos iniciar el camino para lograr nuestro objetivo. Nos unimos a diversas instituciones que nos abrieron las puertas como el Instituto Nacional de Contadores Públicos (INCP), la Asociación Colombiana de Ejecutivos de Finanzas (ACEF), la Federación de Contadores Públicos (FEDECOP), la Fundación para la Investigación y el Desarrollo de la Ciencia Contable (FIDESC), el Instituto de Auditores Internos – Capítulo Colombia y otras instituciones donde desde diferentes cargos tratamos de servir a la profesión en forma desinteresada. Posteriormente nos vinculamos a diferentes universidades (Antonio Nariño, Tadeo Lozano, UPTC, Cooperativa, INCCA, Externado, Javeriana, Rosario y otras) donde tratamos de concientizar a nuestros futuros colegas de la importancia y de la responsabilidad de nuestra profesión.
También trabajamos como miembros del Comité de Ética de la Federación Internacional de Contadores en el periodo 1997-2000 en compañía de nuestro gran amigo y colega Jorge Jimenez. Nos hicimos expositores permanentes de la Asociación Interamericana de Contabilidad (AIC) en diferentes países de América y del Instituto de Auditores Internos a nivel latinoamericano. Escribimos numerosos artículos para diferentes publicaciones especializadas en América y Europa, y varios libros juntos y al momento de su muerte teníamos otro libro para editar que próximamente saldrá al mercado como un homenaje póstumo a su memoria. Asesoramos en diferentes países a varias instituciones gremiales de la profesión, y dimos consultoría a varios gobiernos e instituciones.
Condecorado, admirado y respetado en más de 24 países donde nos hicimos presentes capacitando más de 80.000 personas en 10 años de trabajo, lo que sobresalía de Miguel era su buen humor, su don de gentes, su personalidad pero sobretodo su carisma y simpatía.
Esposo y padre ejemplar, excelente hermano, hijo, cuñado y gran colega y amigo, Miguel deja un legado grande en la profesión contable americana, que sabrá valorar su gran amor por la profesión y por la responsabilidad al ejercerla; prueba de ello es el último artículo que escribimos juntos titulado “Contadores de América: A rescatar nuestra reputación y prestigio”, donde destaca la labor social y la responsabilidad que debemos ejercer los contadores públicos.
A Miguel le sobreviven su esposa Maria Helena, sus hijas Lina Marcela de 6 años y Catherine de 11, su madre Donaliza, su padre Miguel, sus hermanos Marco Tulio, Luis, Jorge, Heriberto, Fabiola y Donaliza quienes siempre lo llevarán en su corazón.
Teníamos muchos proyectos, ideas y sueños para el año 2006, todos en beneficio de la profesión que ahora no contarán con su colaboración pero que me hacen comprometer más con su realización, porque aunque sé que no tendré su presencia física sí tendré su presencia espiritual.
Para mí fue más que un colega y que un gran amigo, para mí fue como un hermano que siempre estuvo ahí cuando lo necesité, que me dio su voz de apoyo en los momentos difíciles, que me guió en ciertas ocasiones, que me hizo ver nuevas posibilidades y una visión diferente de los problemas, que me acompañó en proyectos difíciles y casi imposibles, que ayudó y encaminó mucho a mi hijo Andrés en los temas de la docencia universitaria, que estuvo ahí conmigo cuando estuve muy enfermo, que compartió conmigo también los momentos felices que disfrutamos en nuestros viajes haciendo lo que más nos gustaba: compartir lo poco que sabemos con esos grandes amigos de nuestra profesión contable en América.
Por eso Miguel es y será una persona que dejará una huella muy especial en la vida de todas las personas que alguna vez se encontraron con él y compartieron esos pocos o muchos momentos de su vida. Miguel siempre estará presente en nuestros corazones con su sonrisa y su carisma y con ese amor por la vida y por la profesión.
Paz en su tumba,
Rene M. Castro
Junto con el CP Rene M. Castro, sobre Gobierno Corporativo:
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