Cerca de 830 millones de mujeres trabajadoras en el mundo no cuentan con protección a la maternidad. El 34,4 % del total de mujeres se beneficia de una licencia legal obligatoria, y el 28,4 % de las que están empleadas recibirán remuneración económica durante la maternidad. ¿Cómo es la situación en Colombia?
Cerca de 830 millones de mujeres trabajadoras en el mundo no cuentan con protección a la maternidad. El 34,4 % del total de mujeres se beneficia de una licencia legal obligatoria, y el 28,4 % de las que están empleadas recibirán remuneración económica durante la maternidad. ¿Cómo es la situación en Colombia?
En su más reciente informe mensual del mercado laboral, de mayo de 2019, titulado Maternidad: impacto en la vida profesional de la mujer y políticas al respecto, Fedesarrollo identifica los principales efectos de la maternidad sobre la situación laboral de las mujeres y hace un diagnóstico de los sistemas de protección en el mundo y en Colombia.
Existen limitaciones en el mercado laboral de Colombia que perjudican a las madres. Según la investigación de Fedesarrollo, las brechas hacia las madres podrían estar asociadas a sus preferencias por trabajos más flexibles, pero también a una discriminación latente por parte de los empleadores.
«El costo de contratar a una mujer es mayor que el de un hombre, por lo que su participación en el mercado laboral es menor, al mismo tiempo en el que su tasa de desempleo es mayor», agrega la investigación.
Según cifras del Dane, en 2018 la tasa de desempleo de las mujeres con al menos un hijo fue del 13,1 %, superior en 0,4 puntos porcentuales a la tasa de desempleo del total de mujeres, y 3,4 puntos porcentuales superior a la tasa de desempleo nacional. A esta situación se suma que las mujeres con hijos menores de cinco años dedican en promedio 12,8 horas diarias a algún tipo de trabajo no remunerado.
Por otra parte, la tasa de participación laboral de las mujeres con entre 15 y 24 años fue del 44,1 % en 2018, 15,8 puntos porcentuales menor que la de los hombres; un dato importante, ya que aproximadamente el 66 % de las mujeres están en ese rango de edad cuando dan a luz a su primer hijo.
Como respuesta a los efectos negativos sobre la empleabilidad de las mujeres que tiene la discriminación ligada a la maternidad, la Organización Internacional del Trabajo –OIT– ha entregado lineamientos para la implementación de sistemas de protección a los períodos de embarazo y lactancia, en donde establece sus formas de financiamiento, la duración de las licencias, las prestaciones monetarias a las que hay lugar, entre otros mandatos. Sin embargo, a pesar de que muchos países han avanzado en el tema, persisten las falencias que impiden que haya una cobertura completa.
Según cifras de la OIT, en el mundo hay aproximadamente 830 millones de mujeres trabajadoras que no cuentan con un sistema de protección a la maternidad adecuado: solo el 34,4 % del total de las mujeres se beneficia de una licencia legal obligatoria y apenas el 28,4 % de las que están empleadas recibirán una remuneración económica durante la maternidad.
Las licencias de maternidad en Colombia tienen una duración de 18 semanas y se financian a través del sistema de seguridad social. Esta duración ha tenido dos aumentos importantes en los últimos diez años. El primero en 2011, donde pasó de doce a catorce semanas, y el segundo en 2017, que amplió la licencia de catorce a 18 semanas.
Sin embargo, varios estudios aseguran que la extensión de las licencias puede tener efectos negativos sobre las condiciones laborales de las mujeres. «Espino y Salvador (2014) encontraron que el costo adicional anual de la licencia es de 6,7 %, relacionados a la contratación de reemplazos, ajustes en la organización y una posible pérdida de la productividad. Por su parte, Romero (2018) encontró que, pese a que el aumento de la licencia en 2011 no tuvo efectos sobre la probabilidad de continuar con el empleo en el corto plazo, en el largo plazo la probabilidad de reengancharse en nuevos trabajos y la de salir de la informalidad cayó. También se encontró que la extensión de 12 a 14 semanas de la licencia hizo que las mujeres menos educadas en edades más fértiles incrementaran la probabilidad de aumentar su tasa de inactividad», describe Fedesarrollo.