Según Finanzas Personales, cerca del 60% de los trabajadores está en la informalidad, lo que hace que ellos mismos son lo que deben hacer el pago total de su seguridad social. En consecuencia, losw informales al tener bajos ingresos no hacen aportes a pensión porque no les alcanza.
En la otra mano, la baja cobertura también se presenta por la terciarización del mercado laboral. Las personas que están contratadas por prestación de servicios no cotiza por falta de cultura de seguridad social y de confianza en el sistema pensional. La flexibilización del mercado laboral hace que se pierda la responsabilidad compartida que tienen trabajadores y empleadores, en lo que tiene que ver con los pagos a seguridad social.
El grupo conformado por los trabajadores informales y los independientes tienen un problema mayor, y es la falta de continuidad laboral. Es un sector bastante susceptible a perder su fuente de ingresos. Así, que su principal temor, es que no alcanzarían a cumplir el número de semanas cotizadas que exige la ley, y si lo hacen, probablemente su mesada pensional sería muy baja (en particular, en el régimen de ahorro individual, donde el cotizante asume el riesgo financiero de sus aportes).
Asofondos propone combatir la informalidad laboral, por medio de una reducción en los costos no salariales para los jóvenes, equilibrar los costos del capital con relación a los del trabajo y que los subsidios estén focalizados únicamente hacia la población más pobre.
Sergio Clavijo, presidente de Anif, afirma que aparentemente se ve creación de empleo, pero al mismo tiempo el número de desocupados se incrementa el doble del ritmo en el que que se generan puestos de trabajo.
El crecimiento de la economía no es la única solución para reducir el desempleo. «Cuando hay recuperación de la economía, las empresas prefieren comprar máquinas y no trabajadores, sumado a que el auge se está viendo especialmente en minería, un sector que es intensivo en capital», agrega Clavijo.
Como lo publica Portafolio, muchos países europeos se han visto obligados a realizar una serie de ajustes en las finanzas públicas y esto es sinónimo de pensiones. En Grecia y España buscan aumentar las edades para jubilarse así como el tiempo de cotización.
Al mismo tiempo, Portugal desmontará los regímenes especiales, atará las pensiones a la expectativa de vida e impondrá penalidades por retiro temprano. Y en Irlanda, los empleados públicos harán aportes para pensión.
«En un país con niveles de pobreza del 47% no se le puede exigir a la gente que cotice a pensión»: Óscar Rodríguez, profesor de la Universidad Externado de Colombia.