El 2 de noviembre de 2021 se aprobó en primer debate el proyecto de ley mediante el cual se propone eliminar el GMF.
No obstante, el Ministerio de Hacienda expuso las razones para oponerse a la propuesta.
El 2 de noviembre de 2021 se aprobó en primer debate el proyecto de ley mediante el cual se propone eliminar el GMF.
No obstante, el Ministerio de Hacienda expuso las razones para oponerse a la propuesta.
Luego de que se aprobara en primer debate el proyecto de ley mediante el cual se propuso la eliminación progresiva del gravamen a los movimientos financieros –GMF–, el Ministerio de Hacienda expidió un comunicado mediante el cual expuso las razones por las que se opone a la iniciativa.
Una de las razones se sustenta en que lo propuesto en el proyecto de ley afectaría la estructura tributaria nacional y el recaudo de ingresos fiscales, dado que se tendería a reducir los ingresos tributarios de forma estructural y por esa vía se afectaría el cumplimiento de las metas fiscales previstas en el Marco Fiscal de Mediano Plazo 2021.
La anterior situación, explica, obligaría a sustituir esta fuente de ingresos permanente y/o a reducir el gasto primario (funcionamiento más inversión) para no comprometer la sostenibilidad fiscal del Gobierno nacional en los términos fijados por la Ley 819 de 2003 y la Ley 1473 de 2011, esta última modificada por la Ley 2155 de 2021 respecto a los parámetros de la regla fiscal, específicamente en lo referente al balance primario estructural y al ancla de deuda pública.
Así mismo, expresó que particularmente el artículo 2 del proyecto busca modificar el artículo 872 del Estatuto Tributario –ET–, para lo cual contempla una reducción progresiva del GMF a partir de 2023, a razón de 1 por 1.000 por año hasta que, en 2026, el impuesto desaparezca. Así, la tarifa del impuesto sería de 3 por 1.000 para 2023; 2 por 1.000 para 2024; y 1 por 1.000 en 2025.
Al respecto, debe tenerse en cuenta el antecedente histórico de las reformas tributarias realizadas desde la adopción del GMF, de tal manera que desde 1998 se revela que dicho gravamen se ha mantenido pese a las distorsiones económicas que puede causar, debido a las dificultades existentes para sustituirlo por otra fuente de ingresos permanente.