Este artículo fue publicado hace más de un año, por lo que es importante prestar atención a la vigencia de sus referencias normativas.
En este especial del Día del Contador Público colombiano dialogamos con Flor Stella Quiroga. La presidente del Colegio de Contadores Públicos de Colombia afirma que el tipo de demanda de profesionales contables ha cambiado a nivel nacional e internacional, lo que nos obliga a ser más competitivos.
Flor Stella Quiroga Mora, presidente nacional del Colegio de Contadores Públicos de Colombia –Conpucol–, dice que así como la profesión contable a diario se transforma, lo mismo debería ocurrir con el currículo académico de las universidades; lo que representa un gran desafío para la academia.
Hoy las innovaciones tecnológicas son un desafío para los contadores, y ya surten sus efectos. Entre otras está la robótica de procesos automáticos –RPA–, un software que realiza operaciones o trabajos de automatización de datos con capacidad de análisis. Esta aplicación realiza trabajos repetitivos y mecánicos optimizando los procesos, en nuestro caso la teneduría de libros.
Por cuestiones como la anterior, el contador no solo debe ser amigo de la tecnología, sino que debe tener plena conciencia de que no es un profesional para hacer labores repetitivas ni mecánicas, ni un procesador de datos. Al contrario, debe adaptarse y desarrollar nuevas habilidades y conocimientos, como por ejemplo entender la lógica de los software para analizar la realidad económica de los negocios y así generarle un valor agregado como profesional al producto que se entregue a los clientes y a la sociedad.
Los Estándares Internacionales son una consecuencia. Realmente la profesión ha tenido que digerir y asimilar un desafío como es la globalización, un devenir que no se puede detener. Los negocios cada vez son más multinacionales y su movilidad hacia el ámbito internacional cada vez mayor, lo cual implica para los contadores un “reinventar” de su perfil y su rol social, que cada vez les demanda mayor competencia profesional y conocimiento específico en Estándares Internacionales, regulaciones y precios de transferencia, además de en temas ambientales y sociales.
Colombia es un país de economía emergente, abierto a la globalización. En el plano internacional hoy se observan con mayor fuerza migraciones de profesionales a centros de servicios compartidos por demanda laboral, que por supuesto exigen mayor competencia profesional y conocimiento específico que responda a necesidades globales. A nivel local, los requerimientos de labor continúan y crecen cotidianamente, pero cada vez el empresariado nacional busca más movilidad en el mercado internacional, lo cual también exige mayor conocimiento y rigor en el servicio profesional que se oferta. En síntesis, sí hay trabajo para los contadores, tanto en el contexto local como fuera del territorio; lo que ha cambiado es el tipo de demanda de mano de obra por una más competitiva, para la cual no todos los contadores aplican, lamentablemente.
La contaduría pública es una disciplina inserta en el mundo de los negocios, de las regulaciones y en la dinámica y evolución de la tecnología, lo cual hace prioritario para el contador tener conocimiento específico en normativas unificadas, en regulaciones locales y globales, en temas ambientales y sociales. Además, debe dedicar tiempo al razonamiento, a la estrategia de los mercados y a su articulación con herramientas tecnológicas. Este conjunto de elementos le hará más competente y reforzará su proyección laboral.
Es una realidad que los cambios por los cuales atraviesa la profesión sin duda generan grandes desafíos para la academia, que debe reorientar los procesos formativos de las nuevas generaciones, propender por estimular el desarrollo de nuevas habilidades y competencias, y sobre todo por ejercitar la cualidad de la adaptación a los cambios.
Muy pocas universidades tienen claro el panorama. La profesión se transforma todos los días, por lo tanto el currículo debe transformarse también. Se requieren mayores esfuerzos y sensibilidad por parte de esa gran mayoría frente al salto tan acelerado que tenemos. Si la academia no cumple su función de formar con responsabilidad ante la sociedad, el Estado y los inversores, la incertidumbre es en general para el futuro de la profesión.
Aunque la percepción que tienen los directivos empresariales en todo nivel sobre los contadores ha sido un problema, porque cada quien ve la profesión como le parece y la entiende según sus intereses; en la actualidad se ve al contador como aquella figura necesaria en la estructura orgánica de las empresas, cuya función es garantizar el cumplimiento de las obligaciones. Su imagen de simple organizador de cuentas ha cambiado significativamente.
Nos atrevemos a decir que gracias a la dinámica de los negocios y los cambios en la profesión, tal percepción ha cambiado para bien, para empoderar más al contador en su rol. Cada vez más es percibido como un aliado que aporta valor a las compañías, y que participa en la toma decisiones de negocio.
Fundada en el año 2000 con la misión de “elevar el nivel profesional del Contador Público”
