* Foto tomada de La República
En diálogo con Leonardo Villar, miembro de la Comisión de Expertos de la Reforma Tributaria Estructural, afirma que algunos impuestos desestimulan las actividades productivas de las empresas. También, dice que el Estatuto Tributario se debe modificar para lograr equidad tributaria.
Leonardo Villar, director ejecutivo de Fedesarrollo y miembro de la Comisión de Expertos que viene analizando la Reforma Tributaria Estructural, dice que en el mes de diciembre se conocerá el segundo informe que sobre el tema están estudiando. El economista y exmiembro de la Junta Directiva del Banco de la República piensa que es necesario aumentar la carga tributaria de las personas naturales, porque Colombia tiene un desequilibrio muy grande entre lo que pagan las empresas y lo que pagan las personas, que es muy bajo en comparación con otros países.
La equidad implica que personas que ganen lo mismo paguen impuestos equivalentes, y esto es algo que no sucede actualmente. Hay empresas que tienen tratamientos tributarios diferentes debido a su ubicación geográfica, el tipo de propiedad que tienen o si son cooperativas, sociedades u otro tipo de empresas, y eso hace que la equidad no sea plena. Creo que en este frente hay mucho por hacer, mediante la modificación del Estatuto Tributario actual.
Veo la eliminación o búsqueda de sustitución para los impuestos antitécnicos como algo adicional y diferente de la búsqueda de la equidad. Son propósitos complementarios, pero diferentes.
Hay impuestos antitécnicos como el impuesto al patrimonio sobre las empresas, o el impuesto a las transacciones financieras, los cuales tienen muchos elementos considerados como antitécnicos, pero su principal efecto perverso tiene que ver con el desestímulo que genera a la actividad productiva, no necesariamente con la equidad.En algunos casos, ambos problemas coinciden. Por ejemplo, empresas que tienen grandes ingresos brutos con márgenes netos muy pequeños, terminan pagando porcentaje de impuesto a las transacciones financieras excesivamente altos y, por lo tanto, se convierte en inequitativo frente a actividades con márgenes relativamente amplios en término de sus ingresos brutos.
Es difícil esperar que se paguen impuestos sin malos ojos. Es importante que el Gobierno y los entes territoriales diseñen estrategias para que les comuniquen a las personas que sus impuestos están siendo bien utilizados, que el gasto público es eficiente, que no hay corrupción y que todos pagan de una forma equitativa según sus ingresos. Pero esto no es suficiente para evitar el desgano con el cual se pagan los impuestos, algo que es típico de todas las sociedades.
En cualquier caso, sí parece necesario aumentar la carga tributaria a las personas naturales, porque Colombia tiene un desequilibrio muy grande entre lo que pagan las empresas, que es excesivamente alto, y lo que pagan las personas naturales, que es muy bajo en comparación con otros países.
Se debe trabajar en el fortalecimiento de la autoridad tributaria, el fortalecimiento administrativo de la DIAN, el desarrollo de sistemas y la simplificación del régimen, el cual debe tener menos ‘arandelas’. Lo anterior haría que el pago por parte de las empresas sea más fácil y la vigilancia por parte de las autoridades, también se haría de forma más sencilla.
Hay impuestos territoriales que funcionan relativamente bien, como el impuesto predial en algunas ciudades como Bogotá y Medellín. Pero en municipios pequeños y zonas rurales, por ejemplo, este impuesto tiene dificultades por causa de un sistema catastral que no ha sido suficientemente actualizado, problemas en la fijación de tarifas, y supervisión del pago que corresponde. El ICA es otro impuesto que tiene muchos aspectos antitécnicos y que le complica la vida a las empresas.