Planeación estratégica e innovación en las empresas – José Arbey Maldonado Lenis

La creatividad y la innovación son fundamentales en la planeación estratégica y en su implementación; es decir, en el paso a la accion de los planes y programas. Estas forman parte de un proceso basado en la realidad de la empresa que debe ser abierto y dinámico; a continuación planteo algunas ideas a considerar en el proceso.

Innovación y azar

Por increíble que parezca, la suerte es un factor importante en el desarrollo empresarial y los procesos de innovación; no por ello se deben dejar estos al azar. Es fundamental estar preparado (mejorando capacidades y competencias) para aprovechar las oportunidades del mercado y el entorno; es decir, hay que darle tiempo al tiempo, pero se debe estar listo para aprovechar las ventajas de oportunidad y tiempo.

Error y ensayo

En la gran mayoría de los casos las definiciones de la misión y la visión de las empresas son unos procesos largos, tediosos y para mi gusto inoficiosos, en donde grandes grupos de personas se dedican a su redacción sin ningún tipo de preparación y análisis previo, que solo conducen a descripciones sin mucho sentido práctico.

Muchas veces lo mejor es el error y el ensayo, así como suena: se aplica una idea, se observa su desarrollo y se esperan sus resultados. De esta manera podemos rápidamente y en vivo y en directo evaluar los errores y aciertos que nos llevan a definir nuestro modelo de negocio.

Rendimientos financieros como obstáculo de la innovación

Debemos alejarnos de ver nuestras empresas solo desde la óptica del rendimiento financiero; este nos vuelve rígidos y nos genera un gran miedo al fracaso.
Debemos perder el miedo a probar iniciativas innovadoras que nos permitan detectar, implementar, observar y aprender de oportunidades del mercado o el entorno; es decir, perder el miedo al fracaso y dejar de pensar solo en el corto plazo: debemos adecuar nuestra mente a pensar en el largo plazo.

Relaciones interpersonales

El debate y la discusión constructiva de las diferencias conceptuales y prácticas de nuestros productos y servicios con muchas personas nos permiten tomar distancia de nuestros pensamientos y contrastarlos con los de otros que nos pueden aportar valiosas ideas para mejorarlos: la innovación no es un proceso de solitarios o iluminados que se les prende el bombillo; es un proceso de interacción entre las personas que tienen las mismas metas.

En conclusión, una verdadera planeación estratégica debe ser un proceso abierto, es decir, aquel que cuenta con una adecuada participación y, sobre todo, accesible a lo inesperado y lo incierto. De igual modo, debe ser dinámico y así llevar la estrategia a permanente discusión y análisis en los órganos de gobierno, como el comité de dirección y la junta directiva.

Autor:

José Arbey Maldonado Lenis