Responsabilidad del auditor en la planificación de la auditoría de estados financieros, en especial cuando ya se han hecho auditorías a la misma entidad.
La planificación implica establecer una estrategia global en relación con la auditoría a realizar. Ayuda y facilita al auditor a:
Los integrantes clave del equipo de trabajo deben participar, junto con el auditor, en la planificación de la auditoría.
Cuando se ha realizado auditoría para un ente durante un período y se planea hacerlo también en el siguiente, el auditor deberá aplicar procedimientos requeridos en la NIA 220 (Control de calidad de la auditoría de estados financieros), teniendo en cuenta la continuidad en sus relaciones con los clientes y el nuevo encargo específico de auditoría. Así mismo, velará por el cumplimiento de los requerimientos de ética (independencia y otros) de acuerdo con lo establecido en la citada NIA 220.
Además, fijará los términos del encargo de auditoría, como lo indica la NIA 210.
“El auditor establecerá una estrategia global de auditoría que determine el alcance, el momento de realización y la dirección de la auditoría, y que guíe el desarrollo del plan de auditoría”. Para ello:
El plan de auditoría incluirá una descripción de la naturaleza, el momento de la realización y la extensión de los procedimientos para la valoración del riesgo, como lo indica la NIA 315 (Identificación y valoración de los riesgos de incorrección material mediante el conocimiento de la entidad y de su entorno), y de auditorías posteriores como se dice en la NIA 330 (Respuestas del auditor a los riesgos valorados). También incluirá el detalle de otros procedimientos que se requieran para cumplir los objetivos de su auditoría.
El auditor, si lo considera necesario, actualizará y modificará la estrategia global y el plan de auditoría durante la realización del trabajo.
De igual manera, es importante que el auditor planifique la dirección y supervisión de su equipo de trabajo.
Dentro de la documentación se incluirán la estrategia global y el plan de auditoría, así como las modificaciones importantes que se requieran durante el desarrollo del trabajo, indicando los motivos de estas.
Cuando para un ente se haga un trabajo de auditoría por primera vez, el auditor aplicará los procedimientos requeridos por la NIA 220 (Control de calidad de la auditoría de estados financieros), en lo correspondiente a las relaciones con los clientes y el encargo específico de auditoría. También se comunicará con el auditor que le precedió en esa empresa, en cumplimiento de los requerimientos de ética aplicables.
Lógicamente, el revisor fiscal necesita hacer una oportuna y detallada planeación de su trabajo, por lo menos para un año, que suele comenzar en abril y terminar en marzo siguiente. Una planeación –o planificación como se denomina en la NIA 300- mucho más detallada y de mayor cubrimiento que el indicado para la auditoría de estados financieros. Una planeación que le permita tener la certeza de que cumplirá oportuna y eficientemente con sus altas responsabilidades tanto profesionales como sociales y que no expondrá a la empresa a riesgos innecesarios. Una planeación que cubra todas las áreas de operación del ente económico a lo largo de todo el año. Con labores rutinarias todos los meses y con labores ocasionales en diferentes fechas, según lo considere conveniente el revisor fiscal. Incluyendo comunicaciones frecuentes para la gerencia y la junta directiva de la empresa y comunicaciones ocasionales sobre irregularidades importantes que encuentre al desarrollar las actividades.
La planeación de la revisoría fiscal no es igual para todos los casos. Puede haber una empresa que se parezca a otra en su forma de operación y en su objeto social y, en este caso, la planeación puede ser muy parecida entre las dos. Pero su extensión y cubrimiento serán diferentes.
El revisor fiscal honesto y responsable, que tenga muy claras sus funciones y responsabilidades, no puede incurrir en el mismo error de las grandes multinacionales de auditoría, que, al ejercer la revisoría fiscal, suelen aplicar a todos sus clientes el mismo modelo de planeación de su trabajo. Sería como si el médico aplicara el mismo diagnóstico y tratamiento a todos sus pacientes.
Contador Público; coautor de los libros ‘Iniciación a las NIIF’ y ‘Valor Agregado de la Revisoría Fiscal’.
De igual manera, ha ocupado los siguientes cargos: Asesor del Consejo Técnico de la Contaduría y de la Junta Central de Contadores, miembro de la Junta Central de Contadores, Director Ejecutivo del Colegio de Contadores Públicos de Colombia, Vicepresidente Técnico de la Confederación Iberoamericana de Contadores Públicos; Director Ejecutivo y Secretario General de la Confederación de Asociaciones de Contadores Públicos de Colombia, CONFECOP.