La idea es que los propietarios de los locales comerciales no se apropien del dinero correspondiente a las propinas que los consumidores dejan para los empleados. Estas, además, no se considerarán como factor salarial. Si un establecimiento impone la propina dentro de la factura tendrá multa.
El proyecto de ley que busca regular el manejo que hacen los establecimientos comerciales de las propinas pasó su cuarto debate y está pendiente de la respectiva sanción presidencial. Con este se busca que el 100 % del dinero que los consumidores dejan al personal de servicio vaya a parar a las manos de estos empleados y no de los empleadores.
Efraín Torres, representante a la Cámara de Representantes y ponente del proyecto de Ley 174/16 Cámara, afirma que esta iniciativa se traduciría en un promedio de $150.000 adicionales en las ganancias del personal de servicio. Desde su punto de vista, “de ahora en adelante podrán ser fiscalizadas las propinas por los empleados, meseros, bartenders, chefs y demás empleados del personal del servicio”.
Torres también explica que no hay un monto mínimo o máximo contemplado por la ley ni su proyecto legislativo, por lo que eso depende del cliente. Sin embargo, no respetar la ley llevaría a que los inspectores de trabajo lleguen a imponer multas hasta de 5.000 veces el salario mínimo mensual vigente, según la gravedad de la infracción.
Evitar que los propietarios de los locales comerciales se apropien del dinero de propinas o la exijan en la factura.
A todos los establecimientos de comercio dedicados al consumo de alimentos, bebidas o espectáculos públicos, y en cualquier otro en que se sugiera pago de propina.
La Superintendencia de Industria y Comercio determinará la forma en que se debe informar a los clientes sobre los precios y la voluntariedad de la propina.
Si un establecimiento impone la propina dentro de la factura:
El personal de la cadena de servicios está compuesto por todos y cada uno de los trabajadores que laboran en el establecimiento y prestan su servicio en beneficio de los clientes o consumidores, es decir, meseros, vigilantes, acomodadores de carros, auxiliares de cocina, cocineros, barmans, recepcionistas, etc.
Se considera que todo el personal involucrado en la prestación del servicio al cliente o consumidor debe ser beneficiario de la propina, ya que el esfuerzo y dedicación de cada uno de ellos es la razón por la cual se toma la decisión del reconocimiento o no del pago de propinas.