Este artículo fue publicado hace más de un año, por lo que es importante prestar atención a la vigencia de sus referencias normativas.
Según el Departamento Administrativo Nacional de Estadística –Dane–, la tasa de desempleo en el primer trimestre de este año se fijó en 9,5%; 1% más en comparación con el 2017. Aunque el Gobierno ha intentado tomar medidas para incentivar la apertura de trabajos, al igual que el acceso al primer trabajo para los jóvenes, sus esfuerzos se han quedado cortos.
El Banco de la República, define el desempleo de la siguiente manera:
“[…] la situación del grupo de personas en edad de trabajar que, en la actualidad, no tienen empleo aun cuando se encuentran disponibles para trabajar (no tienen limitaciones físicas o mentales para ello) y han buscado trabajo durante un período determinado.”
El desempleo tiene clasificaciones de acuerdo con sus causas, y puede ser de dos tipos: desempleo de precaución o especulativo, en el cual, aunque una persona le son ofrecidas varias ofertas de trabajo, las rechaza todas esperando una mejor; y el desempleo estacional, que depende de las actividades económicas en las cuales se encuentre. Por lo general, los gremios que sufren de este último tipo de desempleo son el sector agricultor y el turístico, los cuales dependen de temporadas para poder ejercer su oficio.
El empleo o desempleo estacional no es un fenómeno único de Colombia; los trabajadores estacionales o por temporadas existen alrededor de todo el mundo, y dependen del auge de demanda de una temporada en específico para poder vincularse nuevamente al mercado. Así, por ejemplo, muchos hoteles y restaurantes terminan contratando temporalmente a más gente durante las vacaciones o festivos, dado el movimiento de la economía.
No obstante, además del desempleo estacional, existen otras formas de desempleo, como lo son:
Fundada en el año 2000 con la misión de “elevar el nivel profesional del Contador Público”
