Este artículo fue publicado hace más de un año, por lo que es importante prestar atención a la vigencia de sus referencias normativas.

¿Quiénes son los culpables del caos en la DIAN?


¿Quiénes son los culpables del caos en la DIAN?
Actualizado: 13 marzo, 2012 (hace 12 años)

Aquí hablaremos sobre...

  • Ellos señalan al Director
  • Otros dicen que él no es el culpable
  • Lo importante aquí es el contribuyente
  • Y para finalizar, un comentario irónico

El Director de la DIAN, los encargados de manejar la parte de sistemas y los mismos funcionarios de la entidad, son los señalados por los contribuyentes como los culpables para que la DIAN muestre una total desorganización.

La DIAN parece ser que no le está «parando bolas» a la Ley Antitrámites. Gran cantidad de ciudadanos pasan horas y horas haciendo fila para realizar trámites. La cabeza mayor de esta entidad, Juan Ricardo Ortega, dijo que colocaba su puesto a consideración si la situación no se arreglaba en un mes. Que mejor que los mismos Contadores Públicos hablen al respecto, gracias a su tortuosa experiencia propia.

Ellos señalan al Director

Por ejemplo, Octavio dice que si bien es cierto el Director de la DIAN heredó el problema de la plataforma sobre la cual funciona el Muisca, una vez asumido el cargo debió enterarse de esta situación y antes de emitir resoluciones, establecer nuevos obligados a declarar virtualmente, solicitar anexos adicionales al formulario 110, cambiar los formatos y exigencias de la información exógena, debería haber solucionado el problema de la plataforma, o por lo menos establecer si podían cumplir en los plazos solicitados inicialmente y no esperar a que se presenten los problemas para ampliar plazos. Esto lo que demuestra es falta de planeación y de conocimiento de la entidad que dirige.

Otro de nuestros navegantes que se hace llamar Caurba piensa que «Además, entre otros errores que ha cometido por apresurarse en establecer requisitos, por ejemplo en el caso de la inscripción del RUT, cuando en un principio exigieron la certificación bancaria, cuando evidentemente sin el RUT, ningún banco va a abrir una cuenta a un contribuyente, demostró una falta de conocimiento y experiencia verdaderamente preocupante», agrega.

«Pienso que el señor director de la DIAN debería ponerse en lugar de las personas y antes de publicar este tipo de normas un tanto improvisadas y apresuradas, tendría que realizar los cambios informando con la debida anticipación para que se pueda adecuar el software que contemplen dichos cambios», dice.

Adicionalmente cree que se debe concientizar a las personas de lo que realmente se busca con estos cambios, para que de esta manera se eviten posibles equivocaciones que lo único que ocasionan es serios perjuicios a los contribuyentes, y por ende a nosotros los Contadores.

Y hasta Carlos Armando Angarita tiene una propuesta a futuro. «Pienso que quien dirija la DIAN debe ser un Contador Público con experiencia tributaria, porque los desaciertos que se han presentado en la DIAN en los últimos meses me parece que se deben a un verdadero desconocimiento de cómo los contribuyentes cumplimos los deberes ante la DIAN».

Las resoluciones y los cambios propuestos deberían hacerse sólo una vez en la DIAN hayan realizado las pruebas pertinentes, no imponer primero las obligaciones y posteriormente adecuar los sistemas para poder cumplirlas.

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Otros dicen que él no es el culpable

Nuestro usuario Rielvava piensa que el Director de la DIAN es la cabeza visible de la organización del ente de control y recaudo de tributo. «Ha heredado una problemática sentida de administraciones anteriores que adicionándole las de público conocimiento, generadas en su administración no le da el tiempo suficiente para reflexionar y solucionar el tema de la administración de la información, a través del aplicativo de la plataforma informática que tiene la DIAN destinada para estos fines», dice.

Para él, la responsabilidad es de los ingenieros de sistemas, técnicos y programadores que dan soporte a la plataforma informática, no del señor director de la DIAN. El Ministerio de Hacienda y Crédito Público, al cual está adscrita la DIAN, también tiene la responsabilidad de apoyar y asistir, a través de su grupo de soporte tecnológico a la DIAN, apropiar los recursos financieros necesarios para que la DIAN contrate el soporte idóneo, calificado y oportuno, que le permita solucionar este problema de la administración de la información tributaria y su recaudo.

«Estos obstáculos generan desazón en el contribuyente, que quizás animado a cumplir con sus responsabilidades tributarias, no encuentra en la estructura administrativa de la DIAN y en su recurso humano, los funcionarios que atienden al contribuyente, de forma presencial, una actitud amigable, eficiente y eficaz, respecto a los trámites que los contribuyentes deben realizar para cumplir con las formalidades y la ritualidad del tributo, esta incongruencia crítica, desgasta los ánimos de todos los actores involucrados en este escenario, en especial, el de los contadores públicos, que prestamos el servicio profesional con una significativa responsabilidad», agrega.

Lo importante aquí es el contribuyente

Giovany Romero afirma que las medidas que quiere adoptar la DIAN son buenas porque quieren agilizar los procesos, pero no sueltan toda la herramienta. «No quieren que el contribuyente sea totalmente independiente. Cómo es posible, con tanta digitalización que hay en el país, que para actualizar el RUT haya que llevar un recibo de servicios públicos pago».

Romero agrega que existe poca confianza con los contribuyentes, toda vez que los funcionarios de las oficinas de fiscalización tributaria y aduanera siempre respiran con el clima de que todos los contribuyentes en Colombia son mentorisos, mañosos y todas las malas costumbres que existen. Prueba de esto es la manera atemorizante que llevan cuando van hacer una visita. Esto lleva a que se haga tanto cambio, pensando que todo el mundo es mentiroso.

Y para finalizar, un comentario irónico

«A dónde le puedo enviar la factura de venta a los señores de la DIAN por las incontables horas que me tocará gastar sirviendo de secretaria para rendir información exógena cada dos meses. Los contadores ahora somos secretarias gratuitas de la DIAN»: Anónimo.

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