El contador público Francis Adolfo Calle asegura que el Estado necesita un nuevo mecanismo para recaudar impuestos. Para él, la idea es que la reforma tributaria permita generar confianza y estabilidad a los empresarios.
Francis Adolfo Calle, contador público con experiencia en el área contable, manejo de personal, cartera, tesorería, medios magnéticos y auditoría, ve complicado que Colombia haga parte de la OCDE, ya que no se cuenta con un plan claro en materia de impuestos; existe inestabilidad fiscal para los empresarios actuales e impuestos territoriales y municipales que gravan la competitividad de la empresas.
El informe de la Comisión de Expertos creado por la Reforma Tributaria es claro y conciso al decir que el Estado necesita un mecanismo para el recaudo de nuevos recursos, los cuales le permitan financiar su gasto, lo que implica que se revise la Reforma Tributaria, aprobada en el 2014 por el Congreso de la República.
Además, el informe es incisivo en el esquema tributario actual mas no es suficiente en lo que respecta al recaudo y no cumple con los principios de eficiencia y equidad, los cuales son necesarios en un sistema tributario exitoso.
En sí, el informe contiene aspectos sobresalientes que por motivos de poco interés se han pasado por alto, pero se hace necesario tenerlos en cuenta para una reforma integral.
Existen temas que por su baja popularidad no han sido tenidos muy en cuenta, a pesar que se han trabajado con anterioridad. La Comisión busca poner en claro que los temas, así gocen o no de reconocimiento, son un conjunto uniforme que permita una concreta y efectiva reforma tributaria.
La idea es que la Reforma Tributaria permita generar confianza y estabilidad a los empresarios y así evitar estar en el limbo jurídico. Se debe lograr una equidad horizontal en materia de impuestos (regímenes distintos, exenciones y deducciones). Actualmente existe una carencia de progresividad en el sistema tributario y se deben buscar alternativas de financiación en materia de impuestos.
Lo que busca el Gobierno con el incremento porcentual en la tasa general de tributación, no solo es tener un mayor recaudo, sino que a su vez sirva de herramienta para minimizar la brecha en la desigualdad existente en Colombia en materia de ingresos, contribuyendo a la disminución de la evasión.
El hablar de un incremento en la parte impositiva siempre generará incomodidad. Se debe explicar que con esta reforma tributaria se quiere fortalecer la administración tributaria, adaptando la tecnología, que sea para el uso de los contribuyentes, con un manual que simplifique los procedimientos. Es importante que dicha inversión se haga notoria en la retribución de mejoras sustanciales, en una Nación que necesita una infraestructura más acorde al mundo de hoy.
Porque un gran número de impuestos municipales y departamentales se encuentran desarticulados y, a su vez, son carentes de un soporte legal. Este desorden perjudica la competitividad de las empresas, genera mayores sobrecostos y les impide competir en un mercado global.
Es difícil ser partícipes de la OCDE conscientes de que no tenemos un plan claro en materia de impuestos; existe una inestabilidad fiscal para los empresarios actuales, impuestos territoriales y municipales que gravan la competitividad de la empresas, haciendo más costosa la producción y posterior venta del bien, entendiendo que para esta entidad los impuestos directos, como la renta, deben provenir más de las personas naturales que de las empresas. En Colombia sucede lo contrario; por lo tanto, si seguimos con esta sintomatología y no buscamos una cura, la entrada a la OCDE sería aún complicada.
Se espera que no se quede todo en el papel como habitualmente sucede, sino que se apliquen los correctivos necesarios porque es la Comisión de Expertos la encargada de dibujar o delinear los principios que deberían ser fuertes en materia de impuestos en una Nación: equidad, disminución de la evasión, mayor recaudo, simplicidad y eficiencia.