Este artículo fue publicado hace más de un año, por lo que es importante prestar atención a la vigencia de sus referencias normativas.
El total de ingresos tributarios de Colombia, con corte a 2017, es de 18,8 %, cifra muy por debajo del 34,2 % que maneja la OCDE. Este año el recaudo llegaría a niveles del 9,8 %, según el marco fiscal de mediano plazo, pero la regla fiscal se vería comprometida en 2020.
En la edición 1192 de la publicación Semana Económica 2019, de Asobancaria, titulada Marco fiscal de mediano plazo 2019 y perspectivas fiscales, la entidad publica cómo distintas voces, entre ellas la de la Comisión del Gasto y la Inversión Pública, han señalado lo imperativo que es para el país ejecutar cambios estructurales con el fin de incrementar el recaudo tributario.
«Las diecisiete reformas tributarias implementadas entre 1990 y 2016 fueron insuficientes para generar ingresos superiores al 15 % del PIB para el Gobierno Nacional Central –GNC–, o al 20 % del PIB para el Sector Público Consolidado –SPC–», indica el documento.
Según la OCDE, con corte al 2017 el total de ingresos tributarios del consolidado público bordeaba el 18,8 %, cifra inferior a la del promedio de los países que conforman dicho organismo, que es del 34,2 %.
Como respuesta a lo dicho, el gobierno Duque le apostó a la Ley de financiamiento, la cual buscaba impulsar el crecimiento económico y la competitividad del país, así como aumentar el recaudo, según se estipula en el marco fiscal de mediano plazo –MFMP– de 2019. Al respecto, «aunque cuando se estima que dicha reforma solo logrará recaudar alrededor de 7,5 billones de pesos de los 14 billones inicialmente presupuestados, lo cierto es que su aprobación mitigó las preocupaciones existentes por parte de algunos sectores sobre el incumplimiento de la regla fiscal en 2019», publica Asobancaria.
No obstante, algunas medidas incluidas en la Ley de financiamiento para supuestamente impulsar el crecimiento, como la progresiva reducción de la tarifa de renta corporativa y el descuento del 100 % del IVA pagado por la adquisición de bienes de capital, también derivaron en preocupaciones sobre el impacto negativo que tendrían sobre los ingresos tributarios y la sostenibilidad fiscal de mediano y largo plazo en el país.
De la mano del MFMP, el Gobierno estima que para este año el crecimiento económico bordearía el 3,6 %, cifra mayor en 0,4 puntos porcentuales –pp– a la proyección de Asobancaria. «Creemos que de no materializarse esta perspectiva se presentaría una afectación sobre los ingresos tributarios, llevando incluso a una ampliación del déficit total, según lo permite la regla fiscal», advierte la entidad.
Las proyecciones de gastos e ingresos son ilustrativas sobre la dinámica del balance total del Gobierno nacional central. Respecto a los ingresos totales, el Gobierno plantea un crecimiento para 2019 del 15,6 %, muy por encima del crecimiento del período 2008–2018 (5,1 %), porcentaje sustentado en el crecimiento del recaudo tributario (9,8 %) y los ingresos de capital (84,7 %).
Así las cosas, de cumplirse las proyecciones descritas, el recaudo pasaría de un nivel del 13,8 % del PIB observado entre 2008 y 2018, a uno de 14,3 % del PIB en 2019, logro que dependerá de la materialización de la meta de crecimiento económico y su efecto sobre los ingresos.
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