Este artículo fue publicado hace más de un año, por lo que es importante prestar atención a la vigencia de sus referencias normativas.
* Foto tomada de eluniversal.com.co
Así lo afirma el exministro de Minas y Energía, Amylkar Acosta, con quien dialogamos. Se calcula que por cada 10% que baja el precio del crudo, el crecimiento del PIB se ve afectado en 0.2%. Se estima que por cada punto de menor crecimiento de la economía, el Estado deja de percibir aproximadamente 2 billones de pesos.
Amylkar Acosta Medina, economista, exministro de Minas y Energía, y excongresista liberal de La Guajira goza de una larga trayectoria en temas energéticos y el juicio suficiente para decir que Colombia cuenta con unas reservas de petróleo muy precarias y el recorte que se haga en las inversiones frenará la actividad exploratoria. «Petróleo que no se explore hoy, no se podrá contar con él mañana», sentencia.
Las medidas anunciadas por el Ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, consisten en financiar un 50% de los 9 billones de pesos estimados que se van a perder por ingresos del petróleo, con cargo al mayor recaudo proveniente de la Reforma Tributaria. Por otra parte, 4,5 billones de pesos de déficit se financiarían con mayor endeudamiento.
El Gobierno viene haciendo un gran esfuerzo por reducir el servicio a la deuda, y el nivel de la deuda pública que tiene el país le da margen de maniobra al Gobierno, lo que hará que el endeudamiento sea más costoso, ya que estamos frente a una devaluación galopante.
Las medidas ya las han venido tomando. Las empresas deben ser más selectivas con sus proyectos, aplazar aquellos de mayor costo, particularmente los que tienen que ver con transporte como operación.
Ecopetrol anunció que iba a reducir su plan de inversión para este año en más del 26%, así como Pacific Rubiales lo hará en más del 34%. Lo propio han venido haciendo las demás empresas que operan en el país, si se tiene en cuenta que el año inmediatamente anterior, la inversión extranjera directa cayó aproximadamente un 10%, y la inversión en el sector energético minero cayó el 9%.No puede perderse de vista que estas decisiones pueden afectar el futuro petrolero del país. Contamos con unas reservas muy precarias y este recorte en las inversiones frenará la actividad exploratoria. Petróleo que no se explore hoy no se podrá contar con él mañana.
El Gobierno está reforzando la infraestructura de operación y transporte. En enero se tuvo una producción diaria promedio de 1’034.000 barriles, lo que compensa de alguna manera la baja del precio con una mayor producción.
No es fácil, porque el sector industrial y el agrícola, en particular, se vieron afectados por la Enfermedad Holandesa. La revaluación de casi una década, dio al «traste» con este sector que ha tenido un crecimiento anémico, y aunque ahora estamos frente a una devaluación galopante, llega tarde para muchas empresas que sucumbieron bajo el peso de la revaluación del peso colombiano frente al dólar.
Es un hecho que la economía, desde el año pasado, mostró una baja en el precio del petróleo. Se calcula que por cada 10% que baja el precio del crudo, el crecimiento del PIB se ve afectado en 0.2%. Y por tal razón, el Fondo Monetario Internacional bajó la proyección de crecimiento económico de Colombia de 4,8% al 3,8%. Por otra parte, el Banco de la República lo bajó del 4,3% al 3,6%.
Esto causa una reacción en cadena ya que la baja del precio hace que baje el crecimiento, y la baja del crecimiento repercute en los ingresos vía recaudo. Se estima que por cada punto de menor crecimiento de la economía, el Estado deja de percibir aproximadamente 2 billones de pesos.
Hay que tener en cuenta que el precio del petróleo no es el único que ha bajado. El precio del carbón también cayó cerca de un 38%, el del oro un 24%, el del ferroníquel un 22%, junto con el petróleo, representan el 70% de las exportaciones. Es un hecho que estos sectores se han visto golpeados y la posibilidad que tiene el Gobierno de hacer política contracíclica es a través de la construcción.
Colombia es un país cuya competitividad se ve afectada por el rezago que se tiene en materia de infraestructura, y por tal motivo es mejor invertir recursos en infraestructura para ganar competitividad, que mantener dinero en el exterior donde no se gana nada.
Desde luego que sí genera impactos negativos. Cuando al país vecino le ocurren situaciones negativas hay una alerta para los fondos de inversión e inversionistas que empiezan a mirar el acontecer con preocupación. Lo que no va a afectar mucho será la balanza comercial porque el comercio binacional con Venezuela se ha reducido a su mínima expresión.
Colombia es muy poco lo que tiene que perder con la caída de las relaciones comerciales con Venezuela. Mientras que para Colombia por cada dólar que baje el precio del crudo, deja de recibir en el año, 424 mil millones de pesos, Venezuela deja de recibir aproximadamente unos 700 millones de dólares.
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