Un trabajador satisfecho en lo que concierne a sus condiciones laborales tendrá una mejor calidad de vida, lo cual contribuirá en gran medida a la productividad y progreso de la empresa. En este editorial podrá conocer aspectos del salario emocional y cómo puede ser implementado.
Un trabajador satisfecho en lo que concierne a sus condiciones laborales tendrá una mejor calidad de vida, lo cual contribuirá en gran medida a la productividad y progreso de la empresa. En este editorial podrá conocer aspectos del salario emocional y cómo puede ser implementado.
La calidad de vida hace referencia al conjunto de condiciones que contribuyen al bienestar de los individuos y la realización de las potencialidades en su vida social; comprende aspectos emocionales, económicos, sociales, de salud, entre otros. Todo esto, en conjunto, comprende aspectos que pueden conducir a la felicidad o satisfacción.
La calidad de vida de una persona se determina evaluando áreas como:
Las empresas y/o empleadores pueden contribuir a la calidad de vida de sus trabajadores, por medio de la implementación de diferentes mecanismos que contribuyan a su bienestar y felicidad, lo cual claramente se verá reflejado en la productividad de la empresa, así como en su clima organizacional.
Uno de los mecanismos que pueden ser implementado por las empresas para contribuir a la calidad de vida de sus trabajadores es el denominado “salario emocional”, que a grandes rasgos es una forma de retribución sin un componente económico directo, es decir, prebendas otorgadas a los trabajadores que no sean percibidos por estos como retribución de sus servicios, sino como una forma de aporte a su bienestar personal, emocional, social, etc.
Este salario tiene como finalidad fundamental incentivar de manera positiva la imagen del trabajador acerca de su entorno laboral, lo cual ayudará a incrementar su productividad.
Otra de las finalidades de esta modalidad salarial es brindar la posibilidad a los trabajadores de sentirse inspirados, escuchados, considerados y valorados como parte de un equipo al cual se sientan orgullosos de pertenecer.
Algunos ejemplos de salario emocional son los siguientes:
Los anteriores son solo algunos ejemplos; las empresas pueden preguntar a sus trabajadores los beneficios que quisieran obtener según sus necesidades y, por supuesto, se requiere que la empresa cuente con la capacidad de poder otorgarlos. Recuerde que toda relación laboral es un acuerdo de voluntades y se puede pactar cualquier disposición, siempre y cuando sea en beneficio de ambas partes.
Las disposiciones del salario emocional pueden ser implementadas mediante el reglamento de trabajo. Un ejemplo de lo anterior puede ser lo establecido a través del artículo 113 del Código Sustantivo del Trabajo, el cual determina que los descuentos al salario que se realicen a los trabajadores por retrasos o faltas al trabajo sin excusa suficiente deberán ser consignados en una cuenta especial, la cual deberá destinarse exclusivamente a la compra y entrega de premios o regalos para los trabajadores, lo que puede servir para realizar los mencionados reconocimientos.
Teniendo en cuenta lo anterior, considere que al implementar las distintas modalidades de salario emocional está contribuyendo no solo al bienestar emocional de sus trabajadores, sino también a su calidad de vida.
Recuerde que los trabajadores del servicio doméstico tienen las mismas garantías laborales de aquellos que trabajan en empresas y, dado que, como fue mencionado, el contrato de trabajo es un acuerdo de voluntades, puede también acordar con dichos trabajadores algunos de los ejemplos de salario emocional descritos anteriormente, o los que estime que pueden aportar a su salud emocional y calidad de vida.