¿Se debe hacer provisión de cartera bajo Estándares Internacionales?
El concepto de provisión de cartera se sigue manejando bajo los Estándares Internacionales, con el nombre de deterioro de cartera o cuentas comerciales de clientes. No obstante, debe tenerse cuidado de evaluar correctamente su aplicación, sin atender únicamente las normas fiscales.
El concepto de provisión de cartera se sigue manejando bajo los Estándares Internacionales, con el nombre de deterioro de cartera o cuentas comerciales de clientes. No obstante, debe tenerse cuidado de evaluar correctamente su aplicación, sin atender únicamente las normas fiscales.
A continuación, daremos respuesta a la siguiente inquietud: ¿Es correcto realizar el cálculo de la provisión de cartera después de la implementación de los nuevos marcos contables?
Para resolver esta pregunta iniciamos aclarando que el concepto de provisión de cartera se puede seguir utilizando en la actualidad; lo que ocurre es que bajo los Marcos Internacionales de Información Financiera el procedimiento para su evaluación puede llegar a ser distinto, si se tiene en cuenta que durante la vigencia del marco contable anterior las empresas basaban este cálculo únicamente en las normas fiscales, sin considerar la realidad económica y financiera de la entidad.
Ahora, con los marcos actuales, de cierta manera se obliga a las entidades a realizar una evaluación más exhaustiva de las cuentas por cobrar registradas en su contabilidad, con el fin de dar de baja aquellas de las cuales se conozca que no se podrán recuperar. De esta forma, los usuarios de los estados financieros podrán evaluar correctamente la situación financiera y los flujos de efectivo futuros de la entidad.
El deterioro de cartera debió realizarse desde el momento en que se implementó el balance de apertura bajo los marcos de información de convergencia, y deberá continuar haciéndose al final de cada período sobre el que se informa.
Algunas situaciones que evidencian el deterioro de cartera son las siguientes: dificultades financieras del deudor, moras en pago por parte del cliente y reputación del cliente en el mercado. Cuando la entidad observa lo anterior en sus clientes, puede concluir que requiere deteriorar la cuenta por cobrar.
Además, para el caso de entidades que manejan un amplio volumen de cuentas por cobrar puede ser válido realizar el análisis del porcentaje de cartera que no se recupera sobre la base de su experiencia en períodos anteriores.