Este artículo fue publicado hace más de un año, por lo que es importante prestar atención a la vigencia de sus referencias normativas.
Para Mónica Cuervo es necesario y se debe acelerar la reglamentación del trabajo en casa.
Flexibilidad laboral requiere que el empleador defina estrategias claras más allá del manejo puramente jurídico de la jornada, del salario, etc.
Mónica Cuervo, abogada especialista en derecho laboral, docente de la Universidad del Rosario, consultora y asesora afirma que el Servicio Público de Empleo –SPE– tiene un papel fundamental en la recuperación en materia de empleo.
Es posible trabajar en otras estrategias, estas pueden tener diversa índole y es importante aprender de algunos mecanismos que se vienen implementando en otros países.
Por ejemplo, facilidades para el pago de aportes en seguridad social y tributos, subsidios y/o apoyos para reconocimientos económicos durante períodos de licencia, incapacidades, subsidios y/o apoyos para reconocimientos económicos durante períodos en los cuales los trabajadores afiliados en el régimen contributivo en salud sufren afectación por el COVID-19, pero no se les expide incapacidad médica que soporte el pago del auxilio monetario por incapacidad.
Sí, es muy necesaria la reglamentación del trabajo en casa, ya que, si bien contamos con una normativa relacionada con el teletrabajo, los empleadores y los trabajadores aún refieren la existencia de muchos vacíos en el manejo de esta “nueva” modalidad.
Aspectos como el manejo de la jornada laboral, la disponibilidad, el derecho a la desconexión, la entrega y uso de herramientas no solo tecnológicas sino de mobiliario, que respondan a los parámetros de ergonomía que requiere la labor, el seguimiento y control de riesgos en el lugar de trabajo, son solo algunos temas que deben precisarse para que sea más sencillo para las partes en la relación laboral ajustarse adecuadamente al trabajo en casa.
La flexibilidad laboral requiere que el empleador defina estrategias claras más allá del manejo puramente jurídico de la jornada, del salario, etc.
Si se parte del concepto de trabajo decente, la flexibilización debe suponer la dignificación del trabajo y el otorgamiento y/o mantenimiento de garantías, entre otros aspectos, en materia de protección, de seguridad social y conciliación entre la vida laboral y la familiar.
Por ello, es importante fortalecer la gestión del recurso humano, de tal manera que se busque un balance entre el beneficio que el empleador puede obtener por razón de la flexibilización laboral y las expectativas e intereses de los colaboradores, las cuales, en este último caso, no necesariamente están ligadas a una cuestión monetaria, sino que pueden verse reflejadas en bienestar.
En Colombia se ha evidenciado de tiempo atrás un problema estructural de desempleo en el caso de mujeres y jóvenes.
Las respuestas a esta problemática no están únicamente relacionadas con medidas vinculadas a la regulación de temas como los contratos por horas o el piso de protección social, por ejemplo, las cuales han generado toda una discusión sobre sus efectos en la posible precarización del empleo o en la afectación de las garantías mínimas constitucionales de los trabajadores.
Se deben entender y analizar las condiciones específicas a las que se enfrentan mujeres y jóvenes en el día a día y que afectan sus posibilidades de acceder a un empleo y mantener su estabilidad laboral.
Situaciones como el hecho de tener que compaginar el trabajo fuera de casa con el trabajo como cuidador dentro de ella, las responsabilidades y las tareas de hogar, así como las dificultades en el acceso a una educación de calidad, deben ser tomadas en consideración para permitir condiciones laborales mucho más favorables.
El Servicio Público de Empleo –SPE– desempeña un papel fundamental en la recuperación en materia de empleo, especialmente teniendo en cuenta que colabora en el fortalecimiento de aspectos en los cuales muchas veces los aspirantes a ocupar un cargo vacante no cuentan con asesoría o conocimiento. Por ejemplo, la identificación, generación y/o consolidación de competencias que les permitan adaptarse a las nuevas realidades y necesidades del mercado laboral.
Es importante trabajar en el acceso de la población a la capacitación, no solo para acceder a un empleo, sino para actualizar, fortalecer y obtener nuevos conocimientos que le permitan mantenerse en el mercado formal de trabajo.
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