Este artículo fue publicado hace más de un año, por lo que es importante prestar atención a la vigencia de sus referencias normativas.

Situación del régimen pensional es elocuente – Hernando Bermúdez Gómez


La situación del régimen pensional es elocuente, en pocas palabras, las reservas no son suficientes para pagar las respectivas mesadas. Es probable que con los nuevos recaudos se estén pagando las antiguas pensiones. El primero que no pagó a tiempo y que no tiene el capital necesario es el Estado, que viene manejando la cosa con un criterio de caja: girar lo que hay que pagar.

Se trata de una deficiencia advertida hace décadas, que ningún Gobierno ha solucionado. Todos le han pasado el problema al sucesor, obviamente cada vez más grande, lo que provocará que finalmente estalle.

Entre los defectos del sistema se encuentran unas mesadas altísimas, debido a que en ocasiones no se ahorró lo suficiente para atenderlas, porque no se cotizó el tiempo debido o se hizo sobre la base de salarios inferiores. Los beneficiarios han acudido a los jueces, que son parte de los privilegiados, a exigir protección para sus derechos y la comunidad no duda en calificar de inaceptables esas concesiones. Estas son el producto de tratamientos privilegiados del Congreso, que este se dispensa a sí mismo y algunos sobre los cuales se ejerce una gran incidencia.

Por lo tanto, es claro que, lejos de la teoría, los políticos piensan en sí mismos más que en el pueblo en general. No tienen problema en vivir en la abundancia, mientras la mayoría de sus compatriotas tiene que luchar para conseguir una pensión mínima o ser miembros del programa Beneficios Económicos Periódicos –BEPS–, el cual es un programa de ahorro voluntario diseñado para proteger a las personas a quienes sus recursos no les alcanzan para cotizar a pensión.

Por otra parte, está la tragedia del trámite. Las empresas no han consignado mientras los trabajadores pensaban que lo estaban haciendo; o estas se equivocaban al diligenciar los formularios. Hoy ya no existen y los empleados quedan atorados. El sistema hace cálculos sobre idealidades y no revisa juiciosamente los documentos que se le aportan, dicen que la única información válida es la que consta en la herramienta computarizada, norma absurda que ellos se auto impusieron. Esa herramienta no admite ciertas correcciones y no hay quien ayude a solucionar el impase. De igual manera no faltan los tramitadores y los que han acudido a los jueces para que les reconozcan sus derechos.

Todos los trabajadores del país, empleados o independientes cotizan al sistema, mensualmente, resultando para algunos un monto importante, por lo que varios entran repetidamente en mora. La formalidad de este sistema tiene unas exigencias altas.

Las prestaciones y la seguridad social son un costo significativo. Por cuenta de un empleado una empresa puede erogar el doble del salario. Si una persona tiene un sueldo de $800.000, su empresa pagará algo más de $1.600.000 razón por la que en los últimos tiempos se han tomado medidas para disminuir la carga de los patronos, según porque van a subir el empleo, pero nunca lo hacen y siguen pidiendo más reducciones. En tal sentido, se hace necesario que los contadores den la cara y opinen.

Hernando Bermúdez Gómez
Editor Contrapartida, Novitas, Registro Contable, Vademécum
Tomado de Contrapartida – De Computationis Jure Opiniones
Número 3672, julio 16 de 2018

Hernando Bermúdez Gómez
Las publicaciones “Contrapartida” son escritas por miembros de la comunidad académica del Departamento de Ciencias Contables de la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas de la Pontificia Universidad Javeriana.
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