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Solidaridad entre los contadores – Hernando Bermúdez Gómez


En Contrapartida 1698 nos referimos a las acciones altruistas de algunos contadores. Bien sabemos que éstas pueden ser una forma de publicidad para mejorar la estima del público, ya que este aplaude a quienes realizan obras de beneficencia. Afortunadamente hay quienes llevan a cabo tareas de esta naturaleza por convicción y con el deseo de poner un granito de arena a favor de causas fundamentales, es decir, las que tienen que ver con la vida, la salud y la dignidad humana.

Dentro de la comunidad contable hay necesidades que no pueden ser cubiertas por quienes las padecen. Así que no hay que ir muy lejos para encontrar oportunidades de colaboración.

Como lo hemos anotado antes y ahora lo reiteramos, la doctrina social de la Iglesia Católica demanda acciones de solidaridad y de subsidio. Estas no son una cuestión de fe. La propia naturaleza humana reclama tales actitudes, que suelen observarse incluso en los animales irracionales. El capitalismo practicado sin moral lleva a un gran individualismo, por virtud del cual cada uno tiene que cuidar de sí mismo. Esto contradice el llamado a la solidaridad. Es evidente que la labor de muchos puede más que los esfuerzos aislados.

Los unos critican a los otros por su pobre formación, por su falta de cultura, por ignorar el inglés, por no tener en mente los desarrollos que ocurren en la frontera de la disciplina contable. Los otros censuran a los unos por su soberbia, por su influencia significativa en el mercado, por su doble moral. Seguramente ninguna de las partes tiene totalmente la razón. Pero, con toda seguridad, en lugar de recriminaciones lo que deberían hacer es ayudarse para que la profesión sea cada vez más digna, más atrayente, más influyente, más responsable de acciones de justicia.

Hay muchas oportunidades para apoyar la formación de contadores, no necesariamente asumiendo asignaturas, que seguramente es el respaldo más completo. A nosotros nos impresiona la liberación documental de grandes universidades como MIT, que incluye algunos cursos básicos en contabilidad. También nos impresiona la variedad de convocatorias para asumir temas de importancia común, por virtud de las cuales se conforman bancos de recursos humanos, técnicos y financieros. Son, también, muy significativas, las donaciones encaminadas a proteger la niñez, futuro de la humanidad. Muchas instituciones que se ocupan de estas tareas necesitan todo tipo de ayudas, ya que carecen de buenas instalaciones, de recursos para mantener servicios públicos como agua, energía, aseo, comunicaciones, para dispensar sostenidamente alimentación nutritiva, para asegurar prendas de vestir apropiadas sea para el invierno, sea para el verano. Además, allí también hay que enseñar contabilidad. El Humanismo tiene claro que esta es necesaria para todo ser humano. Además, de allí pueden salir contadores bien comprometidos con el interés público y con los principios éticos de la profesión.

Hernando Bermúdez Gómez
Editor Contrapartida, Novitas, Registro Contable, Vademécum
Tomado de Contrapartida – De Computationis Jure Opiniones
Número 2581, enero 30 de 2017

Hernando Bermúdez Gómez
Las publicaciones “Contrapartida” son escritas por miembros de la comunidad académica del Departamento de Ciencias Contables de la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas de la Pontificia Universidad Javeriana.
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