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Con este método existe la posibilidad de comprar, a través de Internet, artículos que en otras condiciones pueden ser casi imposibles de acceder, a precios más asequibles que los ofrecidos en el mercado tradicional. Una gran opción para las empresas que buscan hacer negocios.
Helena Balcázar, gerente general de Superbid Colombia afirma que «es necesario crear una cultura de compra de artículos de segunda, la cual está actualmente blindada contra el IVA y sería la gran salvación para los compradores frente a la reforma tributaria».
Asimismo indicó que contrario a la creencia popular que indica que la subasta es un sistema cerrado, al que pocas personas pueden acceder, en el que no se saben los términos y se desconocen las condiciones, hoy en día, gracias a la tecnología, esta se ha convertido en un canal de venta abierto, sistematizado, público y en línea, lo que garantiza la democratización y transparencia del mismo.
La posibilidad de comprar, a través de este método, artículos a los que en otras condiciones sería casi imposible acceder, como piezas de arte y joyería a precios más asequibles que los ofrecidos en el mercado tradicional e, incluso, activos de reconocidas empresas que dan garantía de su calidad y procedencia es uno de los aspectos más llamativos de esta modalidad de compra y venta frente a la reforma tributaria.
“Y es que a través de una subasta se puede vender lo que sea. En el caso de los activos que las compañías de diferentes sectores de la industria ya no usan, bien sea por cambio de tecnología, renovación de su flota automotriz o por el desgaste que trae consigo la operación de la empresa, estos generan un costo muy grande en cuanto a mantenimiento, administración e impuestos, el cual se estima que llega a un 35 por ciento anual del valor de dichos activos”, asegura Balcázar.
Para lograr estas transacciones de manera favorable, tanto para compradores como para vendedores, este canal de venta ofrece servicios y herramientas que tienen como objetivo brindarles tranquilidad y seguridad a quienes hacen uso de este. Por ejemplo, en Superbid, empresa que realiza subastas a través de Internet, las personas naturales o jurídicas que desean adquirir activos por este medio, pueden verificar la existencia de la pieza y su estado; mientras que las empresas que desean venderlos cuentan con la tranquilidad de compradores previamente verificados, lo que demuestra la importancia de hacerlo a través de empresas y portales avalados que se encargarán, no solo de hacer efectiva la venta del activo, sino de garantizar un gana-gana para ambas partes.Lo anterior, sumado a la facilidad con la que se puede acceder a este canal, convierte a la subasta en una excelente opción para las empresas que desean brindarle a otras organizaciones a nivel mundial o a personas naturales ubicadas en el mismo país o en otros continentes la posibilidad de tener en su inventario activos que les serán de gran utilidad para su operación.
De esta manera, durante el año 2015, Superbid subastó a nivel mundial lotes de equipos industriales, chatarra, vehículos, informática, mobiliario, electrodomésticos, maquinaria pesada y agrícola, camiones, buses, motos e inmuebles, por un valor total cercano a los 500 millones de dólares.
En Colombia el panorama es similar y muestra un aumento en esta modalidad de venta que brinda beneficios tanto para quien desea vender como para quien compra subastando más de 3 mil lotes en los últimos tres años por un valor superior a los 71 mil millones de pesos, de los cuales, 24 mil millones fueron las ventas del año pasado.
Y es que hacerlo es fácil. Cuando una empresa tiene la intención de subastar algunos de sus artículos en desuso se realiza una visita de inspección en la que se alistan, se valoran y, posteriormente, se publican en la página web de la compañía que realizará la venta. A partir de ese momento, la subasta está abierta y el mercado comprador tiene la disponibilidad de verlo en la página web, de averiguar toda la información relacionada con esos activos y de coordinar visitas de inspección antes de tomar la decisión de ofertar y de hacer el proceso de registro.
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