Así lo confirmó, Francisco Reyes Villamizar, Superintendente de Sociedades, en entrevista con actualicese.co. Las sociedades anónimas, limitadas, colectivas y las comanditarias se verían beneficiadas. De igual manera, se busca poner en cintura a aquellas sociedades que incurran en soborno transnacional.
Así lo confirmó, Francisco Reyes Villamizar, Superintendente de Sociedades, en entrevista con actualicese.co. Las sociedades anónimas, limitadas, colectivas y las comanditarias se verían beneficiadas. De igual manera, se busca poner en cintura a aquellas sociedades que incurran en soborno transnacional.
Desde finales de octubre del 2014, Francisco Reyes Villamizar asumió el mando de la Superintendencia de Sociedades. Dentro de sus trabajos se destacan la redacción de la Ley 1258 del 2008, sobre Sociedades por Acciones Simplificadas y la coordinación del Ministerio de Justicia para la Reforma al Código de Comercio. Dialogamos con él sobre los planes que tiene la entidad para este año y las medidas que se están tomando frente a las sociedades que buscan hacerle trampa al Estado.
El impacto de las SAS en el ámbito empresarial es extraordinario; las cifras así lo demuestran. Recientes estadísticas revelan que más del 96% de las nuevas compañías que se crean en Colombia son tipo SAS. En la actualidad hay más de 300.000 sociedades de este tipo y han tenido una utilidad enorme para toda clase de emprendimientos, no solamente microempresas y pequeñas empresas sino, también, empresas de gran dimensión, empresas medianas que se sirven de este instrumento para llevar a cabo sus operaciones de negocios comerciales e industriales.
Además, a partir de las reformas tributarias, en el 2013 se introdujeron mecanismos de protección para la dirección de impuestos que permiten desestimar la personalidad jurídica y hacer que los accionistas de una sociedad simplificada respondan por obligaciones fiscales de la compañía en caso de que la SAS se haya constituido como un mecanismo de evasión o elusión. Las estadísticas muestran que son muy pocos los procesos que se han iniciado, lo cual desvirtúa la percepción generalizada de que las SAS se utilizan como mecanismo de defraudación.
La Superintendencia de Sociedades tiene una ambiciosa agenda legislativa por medio de la cual pretende hacer cada vez más fácil la creación de empresas. El objetivo es simplificar los procedimientos para acceder a la formalidad y, de esta manera, incentivar la innovación y los nuevos proyectos empresariales.
Es a través de la política legislativa, del diseño de leyes, decretos y otros mecanismos regulatorios que la Superintendencia de Sociedades puede contribuir efectivamente hacia la construcción de una cultura empresarial de mayor calado y favorecer en los procesos concursales.
Y es a través de los procesos concursales donde la entidad trabaja intensamente por preservar las empresas como unidad de explotación económica y fuente generadora de empleo, y por hacer todos los esfuerzos posibles para que estas compañías puedan continuar operando en forma satisfactoria.
En concreto, podemos hablar de los siguientes proyectos:
Nos interesa revisar la legislación en materia de insolvencia. Particularmente, tenemos varios estudios de entidades internacionales, incluido el Banco Mundial, que han presentado ciertas recomendaciones y sugerencias sobre esta normativa, pero además queremos internamente agilizar los procedimientos de reorganización mediante procedimientos o trámites más expeditos.
Queremos igualmente viabilizar la tecnificación o mejorar el proceso de selección de especialistas a través de un sistema que garantice no solamente la idoneidad en las personas que ejercen estos cargos sino, también, la transparencia del proceso de su selección.
Existe un interés de la Superintendencia en facilitarle a las distintas compañías el cumplimiento de esta nueva normativa, y para ese efecto se han puesto en marcha campañas de difusión, campañas didácticas que le permiten a los empresarios conocer el alcance de esta normativa, poder implementarla y ponerla en práctica rápidamente para que el país se ajuste a las Normas Internacionales de Contabilidad.
Sumado a lo anterior, en la página de la Superintendencia de Sociedades hemos publicado una serie de guías que muestran el procedimiento que han de seguir las sociedades para realizar los ajustes y reclasificaciones de tipo contable, que surgen como consecuencia del nuevo marco al cual deben sujetarse para la preparación y presentación de su información financiera.
El año inmediatamente anterior, por ejemplo, la Superintendencia de Sociedades realizó en Medellín, el 21 y 22 de julio, un evento de Construcción Conjunta en el cual estuvieron presentes más de 400 invitados y participaron, vía internet, en directo, más de 20 mil usuarios. Este año, la meta es continuar con este taller y al igual que en el 2014 abrir espacio para la discusión de temas vitales como el aseguramiento, el futuro de la profesión contable, la transformación empresarial y la relación del Estado con sus usuarios.
Entre el 2007 y el 2014, bajo el concurso de la Superintendencia se iniciaron 1034 procesos de reorganización y validación judicial. La entidad, como juez, ha confirmado cerca del 50%, es decir, ha aprobado el acuerdo hecho entre el empresario y los acreedores de 499 procesos.
En este período se han culminado 201 procesos, es decir, o la sociedad en reorganización cumplió con el acuerdo, pagó todas sus obligaciones, o en caso contrario pudo solicitar la liquidación.
En la Superintendencia de Sociedades abogamos por el cumplimiento de los plazos que la ley establece y gracias a ello muchas compañías logran salir de su situación de penurias financieras y llegan a un acuerdo en condiciones razonables con sus acreedores.
Lo anterior permite a las sociedades concursadas continuar desarrollando sus actividades de explotación económica y consolidarse como fuente generadora de empleo.
Ahora, todo proceso de esta naturaleza registra gran complejidad y a ello se suma el hecho de que se presentan acciones colectivas, acciones de tutela, acciones de nulidad y otros procedimientos administrativos que pueden hacer más compleja la terminación de estos procesos. Sin embargo, en la entidad contamos con profesionales de gran calidad, que procuran avanzar en procesos que busquen conservar la empresa como fuente generadora de empleo.