Tras cumplir un año haciendo parte de la OCDE, ¿cuáles son los retos que tiene por delante Colombia?

Una tarea que tiene pendiente el Gobierno es generar estímulos para la productividad, a través de cambios en las políticas de empleo y en el sistema pensional. Además, el país no puede ser solo un espectador, sino que se debe posicionar como un actor que formula, evalúa y aporta a las discusiones.

En su informe mensual Tendencia Económica, de Fedesarrollo, con fecha del 2 de julio de 2019, la entidad analiza los retos que tiene por delante Colombia tras un año de su ingreso a la OCDE. Desde el punto de vista del Banco Mundial, Colombia es un país de ingreso medio-alto con una economía emergente, que actualmente exhibe un crecimiento de su PIB per cápita por debajo del promedio de los países de la OCDE.

Luego de cumplir un año de haber entrado a esta organización, se identifican dos grandes retos para que Colombia saque el mayor provecho de su membresía, dado su nivel de desarrollo.

Primero, el país debe continuar con su agenda de reformas institucionales para promover la competitividad, alcanzar mayores niveles de productividad e insertarse en mercados externos. Por otra parte, Colombia debe consolidarse como un miembro activo en la OCDE, para beneficiarse verdaderamente de este escenario de retroalimentación permanente.

¿Qué hacer para sacarle el máximo provecho?

Para maximizar los beneficios de su adhesión, según Fedesarrollo Colombia debe enfocarse en implementar medidas en línea con las recomendaciones de la OCDE como organización:

• Es clave reducir los costos del intercambio comercial, a través del mejoramiento de la infraestructura vial, de los incentivos a la innovación en el área de investigación y desarrollo y del estímulo a la competitividad en sectores como el energético o el de obras civiles.
• Adicionalmente, se deben generar impulsos para la productividad, a través de cambios en las políticas de empleo y en el sistema pensional.
• Otro sector que cuenta con una agenda de reformas concretas es el ambiental, en donde la OCDE considera pertinente una transformación en materia regulatoria y legal.
• Se recomienda realizar evaluaciones de impacto en los principales proyectos y programas ambientales, hacer más efectivas las leyes ya existentes para alinearlas con los Estándares Internacionales y reforzar las disposiciones que regulan la minería artesanal.
• Desafíos como frenar la deforestación, hacer sostenibles las zonas de protección ambiental y descontaminar las fuentes hídricas están en el radar de la OCDE como organización.

No ser un simple espectador

Colombia debe aprovechar los beneficios que trae hacer parte de la OCDE, ejerciendo un papel activo dentro la organización. Desde el punto de vista de Fedesarrollo, el país no puede ser simplemente un espectador, sino que se debe posicionar como un actor que formula, evalúa y aporta a las discusiones políticas.

Por lo anterior, es imperativo que el país empiece a participar de los ejercicios de retroalimentación que tienen lugar en ese espacio, al lado de economías avanzadas y en rápido proceso de desarrollo, con las cuales puede intercambiar experiencias y así fortalecer la cooperación con el resto de los países miembros.

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