Desde el mismo momento en que una empresa realiza una venta o presta un servicio, queda obligada frente a su cliente a responder por las condiciones bajo las cuales han pactado el negocio. Esta obligación debe reconocerse como una provisión, explicada en la sección 21 del Estándar para Pymes.
Desde el mismo momento en que una empresa realiza una venta o presta un servicio, queda obligada frente a su cliente a responder por las condiciones bajo las cuales han pactado el negocio. Esta obligación debe reconocerse como una provisión, explicada en la sección 21 del Estándar para Pymes.
De acuerdo con los Estándares Internacionales, siempre que existan condiciones que indiquen que la entidad debe cumplir con una obligación ante terceros, es necesario que esta información sea revelada en los estados financieros, con el objetivo de que esos terceros interesados puedan realizar una correcta evaluación de la situación financiera de la organización.
Tal es el caso de la garantía que debe brindar una empresa sobre los productos o servicios que ofrece, la cual se encuentra establecida legalmente en Colombia (Ley 1480 de 2011), con el propósito de que las condiciones de calidad, idoneidad y funcionamiento de los productos o servicios pactadas por el vendedor o prestador de servicios con sus clientes, se cumplan a cabalidad.
En virtud de dicha garantía, la entidad queda obligada a responder ante el cliente en el momento en que aparezca algún defecto que afecte las condiciones de calidad, idoneidad y funcionamiento ya mencionadas, para lo cual debe reparar el defecto encontrado, y cuando esto no sea posible, entregar otra unidad del producto, o prestar el servicio en las condiciones pactadas inicialmente.
De ahí que el Estándar para Pymes exija que la entidad reconozca esta obligación en el momento en el que realiza la venta del producto o la prestación del servicio, pues desde entonces adquiere un compromiso con su cliente.
La sección 21 – Provisiones y contingencias, señala que las garantías se deben tratar como una provisión. La provisión se define como “un pasivo en el que existe incertidumbre acerca de su cuantía o vencimiento”.
La razón de la incertidumbre en el tema de las garantías obedece a que si bien la entidad está obligada ante el cliente a reparar cualquier defecto que pueda aparecer en el producto o servicio, no conoce a ciencia cierta el importe que deberá reconocer, debido a que los defectos no se presentan en el 100 % de los casos. Al mismo tiempo, la magnitud de dichos defectos no es la misma siempre, de ahí que sea preciso realizar una estimación para determinar su valor.
La medición debe estimarse con base en lo señalado en los párrafos del 7 al 9 de la sección 21 (especialmente lo señalado en el párrafo 7):
“21.7 Una entidad medirá una provisión como la mejor estimación del importe requerido para cancelar la obligación, en la fecha de presentación.
(…)
21.7 (a) Cuando la provisión involucra a un conjunto importante de partidas, la estimación del importe reflejará una ponderación de todos los posibles resultados por sus probabilidades asociadas (…)” El material de formación sobre la NIIF para Pymes señala que en el caso de las garantías la estimación de su valor puede construirse a partir de:
La sección 21 señala que es necesario que la entidad revise al momento del cierre las provisiones que ha reconocido durante el período, para determinar si deben ajustarse. Si es el caso, deberá tener presente cualquier hecho que pueda conllevar a que requiera reconocer un mayor valor como provisión (como el descubrimiento de algún defecto adicional, por ejemplo).
Una entidad que fabrica zapatos se compromete a reparar o sustituir los productos que resulten defectuosos durante un período de tres meses de venta del producto.
En la experiencia de la entidad existen casos en los que las reparaciones son menores e implican un costo de $10.000 por unidad. En otros casos las reparaciones son mayores e implican un costo de $25.000 por unidad. En el último caso, la entidad debe realizar el cambio del producto por una unidad nueva, lo que le representa un costo de $70.000.
Además, de acuerdo con las estadísticas de la entidad, en el 80 % de los casos los productos no presentan defectos, en el 10 % de ellos las reparaciones se derivan de defectos menores, en el 7 % son por defectos mayores, y solo en el 3 % de los casos se debe realizar el cambio por una unidad nueva del producto.
La entidad realiza la venta de 500 unidades de zapatos, y reconoce la garantía así:
(500 unidades * 80 % * $0) + (500 unidades * 10 % * $10.000) + (500 unidades * 7 % * $25.000) + (500 unidades * 3 % * $70.000) = $2.425.000
El registro contable es el siguiente:
Débito | Crédito | |
Gasto por venta de productos con garantía | $2.425.000 | |
Provisión – Venta de producto con garantía | $2.425.000 |
10 unidades * $70.000 = $700.000
Débito | Crédito | |
Provisión – Venta de producto con garantía | $700.000 | |
Inventario | $700.000 |
Por último, es necesario mencionar que la entidad debe realizar la evaluación de las provisiones reconocidas durante el período, para determinar si es necesario ajustarlas, o bien porque no va a hacer uso de la provisión debido a que no existieron reclamaciones, o bien porque existen condiciones que indican que el valor de la provisión no será suficiente para atender las reclamaciones de los clientes, y deberá reconocerse un mayor valor por ese concepto.