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«Un contador debe entender su rol como actor social, antes de privilegiar los beneficios para sí mismo»


«Un contador debe entender su rol como actor social, antes de privilegiar los beneficios para sí mismo»
Actualizado: 8 marzo, 2017 (hace 7 años)

Para Mary A. Vera-Colina abundan los contadores tributaristas y los revisores fiscales, pero se observa un déficit en áreas relevantes como la contabilidad de gestión, social y ambiental, actuarial, financiera internacional y la investigación contable, entre otras. Profundizar en algunas especialidades relevantes puede contribuir a un mayor éxito profesional.

Mary A. Vera-Colina, contadora pública, profesora asociada de la Universidad Nacional de Colombia, directora del Grupo de Estudios Interdisciplinarios sobre Gestión y Contabilidad –INTERGES– y del Centro de Investigaciones para el Desarrollo –CID–, piensa que, como profesional, el contador público debe alcanzar un rol protagónico para el avance de cualquier sociedad, no solo del sector empresarial.

«Somos los responsables de representar la información proveniente de transacciones y su impacto tanto en las entidades como en el sistema socio-económico de cualquier país, y esto requiere de contadores altamente comprometidos con los principios éticos de su profesión», asegura.

Agrega que «pensar que el contador solo debe servir a propósitos empresariales nos lleva a una concepción limitada de la profesión. Debe superarse esa concepción, para proyectar un rol del contador que atiende a las necesidades de los procesos en sus entidades, pero que también sea capaz de proyectar el impacto de sus decisiones y recomendaciones sobre el contexto donde opera esa organización».

Frente al flagelo de la corrupción y el actuar de los profesionales contables, Vera-Colina cree que el papel del contador público en la certificación de la calidad de la información es crucial para evitar o minimizar el flagelo de la corrupción o de manipulación de reportes.

La contadora explica que «es claro que en los famosos casos de fraude que se han divulgado en años recientes están involucrados profesionales de la contaduría y de la auditoría, bien sea por ocultamiento intencional de información o por fallas en los procesos de revisión; en ambos casos, ha fallado la ética del contador público no solo cuando se manipula voluntariamente el reporte, sino también cuando ejecuta un trabajo para el cual no está adecuadamente calificado».

Para ella, se trata de casos que llaman fuertemente la atención sobre la importancia de los valores y la ética profesional, pero no deben generalizarse con el fin de desprestigiar a todo el gremio de contadores«Son muchos los colegas que se esfuerzan por hacer el mejor trabajo, por actualizar sus competencias y por evitar errores en su labor», dice.

Vera-Colina asegura que es necesario continuar la promoción y el fortalecimiento de buenas prácticas en la profesión, fundamental el perfil ético que debe caracterizar al contador público como persona, y que debería comenzar a evaluarse en etapas tempranas, desde el mismo momento de la selección de aspirantes a estudios universitarios.

«Un buen contador debe comprender su rol como actor social, antes de privilegiar una búsqueda de beneficios para sí mismo o para un pequeño grupo. Si avanzamos en esta comprensión, el aporte de la contaduría pública a la lucha anticorrupción y hacia una mayor transparencia de las instituciones sería aún de mayor relevancia en la práctica», expresa.

Déficit de profesionales en diversas áreas de gran relevancia

En primer lugar, el profesional debe tener claro su propósito como contador y esto le permitirá identificar su entorno competitivo. Así lo explica: «Si usted se concentra principalmente en el cumplimiento de obligaciones tributarias, se enfrentará a un ejército de colegas que se dedican a lo mismo y será más complicado destacarse en ese contexto».

La contaduría es una profesión que permite la especialización en múltiples áreas, pero si todos se dedican a un proceso en particular, se diluyen las probabilidades de desarrollar un trabajo destacado. «No es recomendable mantener un perfil generalista de lo contable, dedicarse a todo, porque esto limita la posibilidad de profundizar en la atención de problemas específicos y que requieren de conocimientos más avanzados», dice.

“abundan los contadores tributaristas y revisores fiscales, pero suele observarse un déficit en otras áreas de gran relevancia”

Para Vera-Colina abundan los contadores tributaristas y revisores fiscales, pero suele observarse un déficit en otras áreas de gran relevancia como la contabilidad de gestión, la contabilidad social y ambiental, la contabilidad actuarial, la contabilidad financiera internacional, la investigación contable, la educación contable, entre otras. Profundizar en algunas especialidades relevantes puede contribuir a un mayor éxito profesional.

Un contador competitivo debe actualizar sus competencias continuamente, realizar un trabajo de alta calidad, pero también procurar el equilibrio con otros intereses de desarrollo personal. Y, ante todo, debe recordar que ha elegido una labor de altísimo compromiso ético con la sociedad.

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