Jersson Rodríguez cree que se debe contar con una política frontal y certera contra la evasión.
Eduardo Lora espera que la Dian alcance estándares internacionales de tecnología y recursos humanos.
Para Juan Oviedo, si se piensa que el Gobierno se roba los recursos, no hay incentivos para pagar impuestos.
Jersson Rodríguez cree que se debe contar con una política frontal y certera contra la evasión.
Eduardo Lora espera que la Dian alcance estándares internacionales de tecnología y recursos humanos.
Para Juan Oviedo, si se piensa que el Gobierno se roba los recursos, no hay incentivos para pagar impuestos.
La Dian tiene claro que reactivar la economía del país pasa por, entre otras acciones, controlar la evasión y que el recaudo tributario cumpla, paulatinamente, con las metas que tiene en mente la administración tributaria.
La entidad le está apostando al proceso de modernización y de reestructuración como la fórmula que combatirá la evasión e impulsará las finanzas del país. Es precisamente en este punto, donde varios analistas ponen el ojo en la lupa y opinan sobre lo que se debe hacer desde la Dian para cumplir el objetivo.
Jersson Oswaldo Rodríguez Cuervo, magíster en Administración de Empresas de la Universidad Nacional de Colombia, especialista en Finanzas con énfasis en Evaluación de Proyectos, es tajante al afirmar que la evasión tributaria es un mal endémico del sistema tributario colombiano y genera un costo gigante para la nación.
«El reto para la Dian es gigantesco, ya que es el ente llamado a controlar el recaudo de la nación. Este reto es aún mayor, teniendo en cuenta que la entidad se encuentra en el esperado proceso de reestructuración y mejora, que le permita tener herramientas adecuadas para realizar su labor», afirma en entrevista con Actualícese.
Sin embargo, para él, esto no es suficiente, ya que se debe contar con una política de Gobierno que desencadene una lucha frontal y certera contra este flagelo.
Explica que por parte del Gobierno nacional debe desprenderse un plan táctico dirigido a acabar con la evasión en el corto, mediano y largo plazo, que sirva como carta de navegación en el tema para futuras administraciones, independiente del mandatario de turno.
Frente a la reforma tributaria que se deberá discutir el próximo año y con la cual se aspira a recaudar alrededor de 20 billones de pesos, expresa que se deben cubrir las deudas técnicas causadas por las anteriores.
Por lo tanto, se deben constituir normas que lleven al sistema a una mayor equidad en impuestos (progresividad), que reduzcan con medidas efectivas la evasión y que, sin duda, apoyen y faciliten la reactivación del sistema económico colombiano, tan afectado por la contracción económica mundial.
Por su parte, el economista Eduardo Lora, investigador de fenómenos económicos y sociales en entidades como Fedesarrollo, el Banco Interamericano de Desarrollo –BID– y la Universidad de Harvard, puntualiza en Actualícese que pronto se comenzará a ejecutar el proyecto de modernización de la Dian, financiado por el BID, cuyo objetivo es que la entidad alcance estándares internacionales de organización, tecnología y recursos humanos.
«La idea es que con este proyecto se reduzca la evasión y aumente el recaudo. Yo creo que el director, José Andrés Romero, está muy comprometido con la modernización y tiene muy clara la estrategia. Pero la Dian sola no podrá resolver el problema de la evasión. Necesita el apoyo de la Fiscalía, primero que todo, para poder perseguir y castigar a los evasores», aclara.
Lora indica que la evasión tributaria consume cerca del 40 % del recaudo tributario potencial, dadas las actuales tasas de impuestos. Si esta se redujera en una cuarta parte en tres años, el recaudo aumentaría por lo menos un punto del PIB por año.
Sin embargo, para él es claro que no sólo se requiere una reforma tributaria estructural, sino también una estrategia antievasión.
«En consecuencia, la Dian debería cambiar su estrategia de fiscalización. Claro que debe y está en un buen momento para hacerlo, entre otras cosas porque va a empezar a ejecutarse un proyecto de modernización financiado por el BID. Si se toma en serio la estrategia antievasión, el recaudo puede aumentar un punto del PIB cada año durante varios años», explica.
Juan David Oviedo Medina, asesor de Finanzas Públicas del Observatorio Fiscal de la Pontificia Universidad Javeriana, indica en diálogo con Actualícese que el acercamiento que tienen los contribuyentes con la Dian es complejo y la tarea de recaudo no es fácil.
«Creo que se debe tener un cambio de mentalidad. Si los ciudadanos pensamos que el Gobierno se robar los recursos, pues no hay incentivos para pagar impuestos, y eso se observa en las compras informales que se hacen, ocultando cuentas en declaración de renta, imponiendo deudas que no existen, o en cualquier tipo de truco», opina.
Para él, el Gobierno debe ser muy claro al momento de contarles a los ciudadanos en qué está invirtiendo los recursos. Y en este punto no se cuenta con dicha claridad.
Eduardo Lora enfatiza en conformar una coalición cívica contra la evasión tributaria.
«Es necesario que haya presión social de muy alto nivel contra los evasores. Los dirigentes, empresarios y líderes de opinión no pueden seguir haciéndose los de la vista gorda, como si este fuera un asunto menor. Tienen que manifestarse para que haya un cambio de actitud colectiva y para que les exijan resultados a la Dian, a la Fiscalía y al Gobierno», manifiesta.
Nuestro problema fiscal, dice, es tan complicado que necesitamos una reforma tributaria estructural y además una estrategia sostenida que combata la evasión.
Piensa que, si el Gobierno prefiere aplazar la reforma, al menos debería dedicar el capital político a darle vuelo a la estrategia antievasión.
«No vamos a tener recuperación económica mientras no despejemos el panorama fiscal. No tenemos todo el tiempo del mundo para hacerlo: la pérdida del grado de inversión puede estar a la vuelta de la esquina», afirma.
Lora manifiesta que un primer paso para combatir la alta evasión desde la Dian es la consolidación de la factura electrónica.
«Tomó décadas dar ese paso, pero finalmente se dio. Ahora se trata de sacarle provecho a la información que va a generar la factura electrónica, que va a ser muchísima», afirma.
Lo anterior exigirá que se desarrollen nuevos sistemas de manejo de información que permitan operar en forma coordinada las bases de datos de la Dian con las de otras entidades, como los bancos, las alcaldías y las notarías, y que faciliten los intercambios de información internacional.
«Esa es una tarea de años que debe hacerse con los mejores recursos tecnológicos internacionales, no con el escaso y corrompible talento local», señala.