Edel Sánchez afirma que el impuesto de renta a personas naturales ha venido fortaleciéndose en Colombia como fuente de recaudo que va en aumento
Sobre el Fondo Dian para Colombia, asegura que transformar la entidad y traerla al siglo XXI es una tarea aplazada y absolutamente necesaria.
Edel Sánchez afirma que el impuesto de renta a personas naturales ha venido fortaleciéndose en Colombia como fuente de recaudo que va en aumento.
Sobre el Fondo Dian para Colombia, asegura que transformar la entidad y traerla al siglo XXI es una tarea aplazada y absolutamente necesaria.
Edel Laura Sánchez H., profesora del Departamento de Economía de la Universidad de Antioquia, investigadora del Grupo de Microeconomía Aplicada, afirma en entrevista con Actualícese que el cobro de impuestos no debe discriminar el tipo de ingresos y debe evitar diferencias, de manera que los asalariados no sean los más afectados.
Depende de qué tipo de impuestos estemos hablando. Por ejemplo: es prácticamente imposible encontrar a un colombiano que no esté destinando parte de sus ingresos al pago del IVA.
Está documentado que este impuesto no es equitativo verticalmente, es decir, las personas con menos ingresos dedican una mayor proporción de estos al pago de este impuesto que las personas con altos ingresos.
Por lo anterior, aumentar el recaudo por la vía de reducir los bienes exentos del IVA o aumentar tasas puede ser una medida fácil para los Gobiernos, pero inadecuada, por ser inequitativa.
Por su parte, el impuesto de renta a personas naturales ha venido fortaleciéndose en Colombia como una fuente de recaudo que va en aumento y que cubre cada vez a más personas. Puede ser mucho más progresivo sin necesidad de bajar más el umbral de declaración, lo que traería consigo incluir a más colombianos, pero de ingresos menores.
No encuentro un criterio técnico claro para gravar a estas empresas de forma particular. El principio de equidad horizontal debería brindar un tratamiento similar a las empresas que pertenecen al mismo sector económico o que conservan ciertas características similares.
Las multinacionales de tecnología usualmente se encuentran asociadas a otros sectores, como los servicios, y en ese sentido puede ser útil examinar posibles fuentes de evasión.
En principio, cualquier nuevo impuesto aumentará el recaudo en el corto plazo. El aspecto relevante en la discusión de estos impuestos es establecer su objeto. ¿Qué pretende el Gobierno? ¿Tener una nueva fuente de recaudo o desincentivar la producción de bienes indeseables o contaminantes y promover la innovación hacia prácticas más respetuosas con el entorno y más sostenibles?
Si el objetivo es el primero, creo que existiría una contradicción con el espíritu de estos impuestos, porque la idea es que el recaudo por estos conceptos se constituya en una suerte de “castigo” que motive a las empresas a la transformación, en lugar de instaurar un esquema de “pague por contaminar”.
La no recepción de la demanda obedece a un asunto que podría subsanarse con el envío que nuevamente efectuó Dejusticia acatando las objeciones del receptor de la demanda. Independientemente del curso de la demanda, se ha diagnosticado que hay tanto por corregir en el Estatuto Tributario para lograr eficiencia, equidad y aumento del recaudo que la propuesta del borrón y cuenta nueva, aunque atractiva, es políticamente inviable en el país, y especialmente en el contexto de este período presidencial. La anterior reforma tributaria profundizó algunos vicios ya advertidos por estudios y expertos.
Con el número actual de declarantes de renta, se puede revisar qué tan progresivas son las tarifas en la medida en la que el ingreso es cada vez más alto, y esta sería una medida clave en un país de altísima concentración de riqueza caracterizado por dos aspectos que son relevantes para esta discusión: primero, que el 1 % más rico de los colombianos concentró el 20,5 % del ingreso bruto en años recientes, y segundo, que, una vez a los colombianos se les aplican los impuestos, el cálculo de la desigualdad de ingresos casi no se modifica.
Lo anterior quiere decir que la aplicación de los impuestos no es más severa con las personas naturales de ingresos muy altos. También es necesario que el cobro de impuestos no discrimine por tipo de ingresos y evitar diferencias que causen que sean los asalariados los más afectados, en comparación con, por ejemplo, quienes reciben ingresos por dividendos.
Transformar la Dian y traerla al siglo XXI es una tarea aplazada y absolutamente necesaria. Adicional a los problemas de diseño del sistema que afectan el bajo nivel de recaudo comparado con el necesario para financiar las demandas sociales, están los problemas de tipo organizacional de la entidad que tiene el encargo del recaudo: desde la falta de incorporación de tecnología hasta los escándalos de corrupción.
Pese a lo importante del objetivo que se fijó para este organismo temporal, se trata solo de la primera iniciativa que fija las reglas para constituir una “bolsa” de recursos destinados al “programa” de modernización de la Dian.
Lo que será interesante en el futuro es analizar las acciones, las políticas y los proyectos de ese “programa”, del que aún no se conoce mucho.