Miguel Pérez, presidente de Acoset afirma que los trabajadores en misión tienen una gran oportunidad, por su rotación, de adquirir conocimientos de diferentes procedencias, enriqueciendo así su experiencia profesional. Indica que a este trabajador no se le debe llamar “temporal”.
Miguel Pérez, presidente de Acoset afirma que los trabajadores en misión tienen una gran oportunidad, por su rotación, de adquirir conocimientos de diferentes procedencias, enriqueciendo así su experiencia profesional. Indica que a este trabajador no se le debe llamar “temporal”.
Miguel Pérez García, presidente de la Asociación colombiana de empresas de servicios temporales –Acoset– explica que los trabajadores en misión disponen de un gestor de empleo propio, como es la empresa de servicios temporales, de manera que no se encuentran solos a la hora de buscar alternativas laborales.
La recuperación económica que está viviendo el país y las proyecciones que se vienen dando frente a los procesos de globalización e internacionalización de la economía, estimulados por el entorno global y la incidencia de las nuevas modalidades de trabajo que están surgiendo, traen consigo la necesidad de respuestas ágiles, oportunas y pertinentes de recurso humano por parte del sector productivo del país, para atender los requerimientos de una economía con creciente dinamismo. Y es allí donde aparece el trabajador en misión.
Los nuevos escenarios exigen altos índices de competitividad de las empresas, para lo cual uno de los aspectos fundamentales se relaciona con el manejo del recurso humano, que además de reunir exigencias de preparación y calidad, debe tener una alta dosis de movilidad que responda a los vaivenes y fluctuaciones que son propios de una economía globalizada. Colombia no es la excepción, y también se viene imponiendo como una necesidad de las situaciones reales que presenta el mercado.
En este contexto, el trabajador en misión, que equivocadamente es denominado “temporal”, es contratado con una relación laboral formal por las empresas de servicios temporales, y se ha venido consolidando como una respuesta oportuna y eficaz para estas nuevas exigencias generadas por la creciente dinamización de la economía, en donde el trabajador en misión tiene garantizados todos sus derechos y se le aplica de manera plena el régimen laboral.
Este tipo de trabajador, que tiene la particularidad de llevar a cabo diferentes misiones en empresas usuarias (en desarrollo de los contratos comerciales que estas realizan con empresas de servicios temporales, las cuales les colaboran a aquellos temporalmente en el desarrollo de sus actividades), tiene algunas ventajas que le ayudan, entre otras, a la incursión en el mercado laboral, la adquisición de experiencia y en la posibilidad de obtener mejores empleos.
En primer lugar, el trabajador en misión dispone de un gestor de empleo propio, como lo es la empresa de servicios temporales, de manera que no se encuentra solo a la hora de buscar alternativas laborales. De esta forma, amplía sus posibilidades, las que aumentan al tener la oportunidad, una vez contratado, de empezar una vida laboral. Lo anterior ocurre con estudiantes universitarios y recién graduados, que a través de la figura del trabajador en misión abren la puerta de su proyección profesional, iniciando una experiencia que posteriormente les será de mucha utilidad; o lo que ocurre con personas jubiladas que normalmente tienen un cúmulo de conocimientos, trayectoria humana y profesional que desafortunadamente no es valorada, encontrándose en la plenitud de su vida, pero que son consideradas “muy mayores” para el mundo laboral, siendo difícilmente contratadas por las empresas, pero que afortunadamente se ven ante coyunturas favorables como trabajadores en misión.
Por sus características, los trabajadores en misión tienen una estupenda oportunidad. Gracias a su rotación se ven en la posibilidad de adquirir conocimientos de diferentes procedencias, que enriquecen su experiencia profesional y los ponen en mejores condiciones de competitividad frente a trabajadores que pueden verse anquilosados en procesos rutinarios y repetitivos. Al tener un empleador que responde laboralmente como cualquier otro frente al régimen laboral, el trabajador en misión rota para atender los diferentes servicios, configurando una estabilidad que podemos llamar rotativa, la cual responde a la temporalidad de los servicios que se prestan por parte de las empresas de servicios temporales a las usuarias.