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Aplicar la NIIF 9 en tiempos del COVID-19: ¿cómo debe ser el juicio del profesional contable?

Empresas deben ajustar enfoques para pronosticar y determinar cuándo se deben reconocer las pérdidas esperadas durante el tiempo de vida de un instrumento financiero.

Pedro Preciado, de KPMG, indica que las entidades no deben continuar aplicando su modelo actual de pérdida de créditos existentes.

Fecha de publicación: 22 de abril de 2020
Aplicar la NIIF 9 en tiempos del COVID-19: ¿cómo debe ser el juicio del profesional contable?
Este artículo fue publicado hace más de un año, por lo que es importante prestar atención a la vigencia de sus referencias normativas.

Empresas deben ajustar enfoques para pronosticar y determinar cuándo se deben reconocer las pérdidas esperadas durante el tiempo de vida de un instrumento financiero.

Pedro Preciado, de KPMG, indica que las entidades no deben continuar aplicando su modelo actual de pérdida de créditos existentes.

La Fundación IFRS, en su documento IFRS 9 and COVID-19, describe los desafíos que se presentan, en tiempos del nuevo coronavirus, a la hora de aplicar la NIIF 9 – Instrumentos financieros.

El documento indica que es muy importante que las empresas utilicen, en lo que les sea posible, toda la información razonable y soportable de la que dispongan –histórica, actual y prospectiva–, para determinar si las pérdidas esperadas durante el tiempo de vida deben reconocerse en los préstamos y en la medición de las pérdidas de créditos existentes –ECL, por sus siglas en inglés–.

«Es muy probable que en estos momentos las empresas necesiten ajustar sus enfoques para pronosticar y determinar cuándo se deben reconocer las pérdidas esperadas durante el tiempo de vida de un instrumento financiero», indica la fundación.

NIIF 9 requiere aplicación de juicio

Frente a este panorama de incertidumbre, Pedro Preciado, socio líder de servicios financieros de KPMG Colombia explica que la NIIF 9 establece un marco para determinar la cantidad de ECL que se deben reconocer en la vida del crédito cuando hay un significativo aumento del riesgo de crédito –SICR, por sus siglas en inglés– en un instrumento financiero.

Sin embargo, no establece una mecánica para determinar cuándo se requiere reconocer pérdidas de por vida. Igualmente, tampoco dicta la base exacta sobre la cual las entidades deben establecer los escenarios prospectivos a considerar al estimar las ECL.

Desde su punto de vista, «la NIIF 9 requiere una aplicación de juicio. Una serie de suposiciones y vínculos subyacentes a la forma en que las ECL se han implementado hasta la fecha ya no pueden mantenerse en el entorno actual».

Es claro que las entidades no deben continuar aplicando su ECL existente. «Por ejemplo, la extensión de los períodos de gracia en las diferentes modalidades de crédito, las amortizaciones a solo intereses, la ampliación de los plazos del crédito (cualquier cambio de las condiciones del crédito deben ser consideradas en el ECL)», analiza Preciado en su columna ¿Qué pasará con la NIIF 9 en el marco del COVID-19?

¿Y el aumento del riesgo de crédito?

“NIIF 9 requiere que las entidades evalúen los cambios en el riesgo de incumplimiento ocurrido durante la vida esperada de un instrumento financiero”

Para evaluar la SICR, la NIIF 9 requiere que las entidades evalúen los cambios en el riesgo de incumplimiento ocurrido durante la vida esperada de un instrumento financiero.

«Se requiere entonces que la medición de las ECL se base en datos razonables y sustentables, información que esté disponible para una entidad sin costo o esfuerzo indebido», explica Preciado.

A su vez, que las entidades desarrollen estimaciones basadas en la mejor información disponible sobre eventos pasados, condiciones actuales y pronósticos económicos.

Al evaluar los pronósticos, se deben considerar tanto los efectos del COVID-19 como los efectos significativos de las medidas de apoyo del Gobierno, siendo probable que sea difícil en este momento incorporar este par de aspectos sobre una base razonable y sustentable.

Sin embargo, los cambios en las condiciones económicas deben reflejarse en escenarios macroeconómicos aplicados por entidades.

El entorno actual está sujeto a cambios, y los hechos y circunstancias deben continuar siendo monitoreados, así como nueva información que esté disponible.

«Las circunstancias actuales son difíciles y crean altos niveles de incertidumbre, lo que genera que las revelaciones asociadas pueden proporcionar transparencia para los usuarios de los estados financieros», sugiere Preciado.

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