El modelo de pérdidas crediticias esperadas se utiliza para determinar el deterioro de valor de los instrumentos financieros.
Este modelo supone que los instrumentos traen implícita una probabilidad de no pago, por eso la pérdida por deterioro debe reconocerse desde el momento de la contabilización inicial.
El modelo de pérdidas crediticias esperadas se utiliza para determinar el deterioro de valor de los instrumentos financieros.
Este modelo supone que los instrumentos traen implícita una probabilidad de no pago, por eso la pérdida por deterioro debe reconocerse desde el momento de la contabilización inicial.
El modelo de pérdidas crediticias esperadas de la NIIF 9 se utiliza para medir el deterioro de los instrumentos financieros de las entidades del grupo 1 de convergencia que aplican el Estándar Pleno.
Se diferencia del modelo de pérdidas incurridas porque el deterioro de los instrumentos financieros se reconoce de forma anticipada, es decir, desde el momento del reconocimiento inicial de los instrumentos financieros.
La lógica del modelo de pérdidas crediticias esperadas es que todos los instrumentos financieros traen implícita una posibilidad de que el cliente no pague. De ahí que la entidad deba reconocer una provisión de pérdida por deterioro, incluso desde antes de que sus instrumentos financieros presenten indicios de deterioro.
El modelo de pérdidas crediticias esperadas tiene dos enfoques: uno general y uno simplificado. En este editorial nos concentraremos en explicar el cálculo del deterioro de un activo bajo el enfoque simplificado.
De acuerdo con el párrafo 5.5.15 de la NIIF 9, el enfoque simplificado del modelo de pérdidas crediticias esperadas puede aplicarse para medir el deterioro de ciertos instrumentos financieros, tales como:
Bajo el enfoque simplificado, el deterioro debe registrarse desde el momento inicial con referencia a las pérdidas esperadas durante toda la vida del instrumento.
Esto representa una gran diferencia con el enfoque general del modelo de pérdidas crediticias, el cual requiere que únicamente se provisione la pérdida esperada de los próximos doce (12) meses para los instrumentos financieros que tengan un riesgo crediticio bajo, y solo cuando el riesgo crediticio aumente se hace necesario reconocer la pérdida para toda la vida del instrumento.
Este enfoque simplificado debe ser aplicado principalmente por entidades no financieras (es decir, entidades distintas a bancos o aseguradoras) que no cuenten con instrumentos financieros complejos.
Una entidad tiene una cartera de cuentas comerciales por cobrar al 31 de diciembre de 20X0 por valor de $100.000.000.
Dicha cartera se encuentra compuesta por cuentas por cobrar a corto plazo que no cuentan con un componente de financiación significativo, por lo cual la entidad eligió en sus políticas contables aplicar el modelo de pérdidas crediticias esperadas bajo el enfoque simplificado para evaluar el deterioro de dicha cartera.
La entidad efectúa los siguientes pasos para aplicar el enfoque simplificado del modelo de pérdidas crediticias esperadas:
La matriz de provisiones permite dividir la cartera de la entidad en grupos que compartan condiciones similares de riesgo, a los cuales se les aplicará un porcentaje de pérdida esperada, de acuerdo con la antigüedad de la cartera.
Los grupos en que se divida la cartera pueden estar basados, entre otras condiciones, en la ubicación geográfica de los clientes o el tipo de cliente.
Los porcentajes de pérdida esperadas, por su parte, deben determinarse utilizando la información de los incumplimientos históricos que ha tenido la entidad en ejercicios pasados, así como cualquier otra información actual o futura que sea relevante.
La información histórica que tendrá en cuenta para el análisis del porcentaje de pérdida esperada puede cubrir un período entre los dos (2) y cinco (5) años, según lo considere conveniente cada entidad.
Con base en lo explicado hasta este punto, la entidad de nuestro ejemplo estimó su matriz de provisión así:
0 días vencidos |
1-30 días vencidos |
31-60 días vencidos |
61-90 días vencidos |
Más de 90 días vencidos |
|
Tasa de pérdida esperada |
1 % |
3 % |
5 % |
10 % |
9 % |
La entidad calcula la pérdida crediticia esperada así:
Días de mora |
Importe de los saldos de las cuentas por cobrar comerciales (A) |
Porcentaje de pérdida crediticia esperada (B) |
Correcciones por pérdidas crediticias esperadas durante la vida de las cuentas comerciales por cobrar (C = A x B) |
0 días vencidos |
$30.000.000 |
1 % |
$300.000 |
1-30 días vencidos |
$5.000.000 |
3 % |
$150.000 |
31-60 días vencidos |
$12.000.000 |
5 % |
$540.000 |
61-90 días vencidos |
$38.000.000 |
10 % |
$3.800.000 |
Más de 90 días vencidos |
$15.000.000 |
9 % |
$1.350.000 |
Total |
$100.000.000 |
|
$6.140.000 |
Por último, la entidad contabiliza la pérdida crediticia esperada así:
Cuenta |
Débito |
Crédito |
Gasto por pérdida crediticia esperada en cuentas comerciales por cobrar |
$6.140.000 |
|
Cuentas comerciales por cobrar |
|
$6.140.000 |
Como puede observarse, la entidad reconoce un gasto por provisión de pérdidas crediticias esperadas por valor de $6.140.000, el cual incluye una provisión incluso sobre los saldos de clientes que no presentan vencimiento.